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Mike Johnson, del partido republicano, es el presidente de la Cámara de RepresentantesAFP

Los republicanos se desentienden de Ucrania y se centran en la frontera de EE.UU.: «Primero, nuestros problemas»

Los republicanos exigen a Biden saber en qué se gasta Ucrania el dinero estadounidense y conocer el plan de Kiev para ganar la guerra

El último intento del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, por desbloquear el paquete de ayuda militar a Ucrania por valor de 61.000 millones de dólares, vetado por los republicanos en la Cámara de Representantes, ha fracasado.

El presidente convocó en la Casa Blanca a los líderes del Congreso, pero el presidente de la Cámara de Representantes, el republicano Mike Johnson, no dio su brazo a torcer y volvió a vincular la aprobación de la ayuda a un endurecimiento de la política de extranjería.

«Frontera, frontera, frontera», fue la respuesta que Johnson dio a Biden –según explicó a la prensa el mismo presidente de la Cámara– a la petición del presidente de aprobar el paquete de ayuda.

De esta manera, la ayuda a Ucrania sigue bloqueada en un momento en que las fuerzas de Kiev están agotando sus municiones y Rusia se prepara a lanzar una gran ofensiva.

Los representantes del Partido Republicano ponen así en práctica su lema «American first», y priorizan la política fronteriza con México frente a sus compromisos con Ucrania.

Johnson insistió en que no tiene ninguna prisa en desbloquear la ayuda en Ucrania y que lo primero es llegar a un acuerdo con Biden para que el gobierno refuerce la frontera sur. «Debemos resolver nuestros propios problemas antes de hacer cualquier cosa», dijo en declaraciones recogidas por el Washington Post. «Debemos realizar cambios en la frontera».

En caso de que Biden ceda y se pliegue a esa exigencia, surgirá un nuevo escollo que retrasará más la aprobación del paquete.

Los republicanos reclaman un plan concreto de cara a Ucrania que no deje espacio a la improvisación y que permita controlar el uso que Kiev hace de la ayuda americana.

Johnson comparó a Ucrania con Afganistán, donde los talibanes regresaron al poder después de una presencia de 20 años de Estados Unidos y una inversión multimillonaria en ayudas al gobierno afgano para construir un Estado democrático.

«Necesitamos garantías de que Ucrania no se convertirá en el próximo Afganistán. Muchos estadounidenses se preguntan por qué seguimos haciendo esto (ayudar a Ucrania) y no obtienen una respuesta clara», declaró Johnson.

Reclaman saber qué cantidades están aportando los otros aliados y cuál es el plan de Kiev para lograr la victoria militar.

Con todo, aún hay espacio para el optimismo. El presidente del Senado, el demócrata Charles Schumer, aseguró que «soy más optimista que nunca de que podremos llegar a un acuerdo».

El representante republicano de Texas, Michael McCaul, aseguró que en la reunión se han dado dos consensos principales: «Sobre el hecho de que no podemos abandonar a nuestros aliados» y «de que tenemos que hacer algo con la frontera».

En ese sentido, aseguró que Biden está dispuesto a hacer concesiones en la política fronteriza. Mientras se detallan qué tipo de concesiones y si serán suficientes para los republicanos, la guerra en Ucrania continúa. El alto mando ucraniano ya estudia cómo hacer frente sin municiones a la ofensiva rusa que se avecina.