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Ni Macron ni su gobierno han prestado mayor atención al acto, a diferencia de lo que ocurrió en EspañaAFP

La diferencia entre el Gobierno de España y el de Francia para tratar el caso de un muñeco ahorcado

Mientras que los ministros de Pedro Sánchez sobreactuaron con este asunto y el PSOE denunció ante la Fiscalía, en Francia no ha generado nada de ruido mediático

Los muñecos ahorcados simulando la figura del presidente no ocurren solo en España. Las protestas de los agricultores franceses también han ido acompañadas de esta práctica, concretamente en la autovía A6 en el tramo de la localidad de Villabe, al sur de París. Sin embargo, las reacciones que ha tenido son totalmente opuestas a lo que se vivió en España con la piñata de Nochevieja que representaba a Pedro Sánchez.

Mientras que en el episodio que tuvo lugar en muestro país el pasado 31 de diciembre los ministros y el propio PSOE salieron en tromba a condenar los hechos y pedir que tuviese consecuencias legales, en Francia no han dado ningún tipo de importancia a un muñeco ahorcado con la foto de Emmanuel Macron. Ni en los principales medios del país galo, ni en las redes sociales de los miembros del Gobierno. Se mire donde se mire no hay ningún tipo de contenido sobre este hecho puntual que se ha producido en las manifestaciones.

Esto mismo en España abrió algunos periódicos durante días y se utilizó para alejar el foco de los motivos de las protestas que está habiendo en nuestro país cada semana. En cambio, a nadie en el Gobierno pareció importarle el descontento de millones de españoles y optaron por insistir e insistir en la piñata que simulaba a Sánchez hasta el punto de que el PSOE denunció ante la Fiscalía, que se encuentra en estos momentos investigando lo sucedido.

Los socialistas argumentaron que ese acto es «un delito de odio», pero lo cierto es que en la mayoría de denuncias sobre este asunto, como por ejemplo la de las fotos quemadas del Rey, los tribunales descartaron un presunto delito de incitación al odio. Cabe recordar que solo es posible apreciar un delito de este tipo cuando la actuación se dirige a una minoría protegida en situación de vulnerabilidad y la figura del presidente del Gobierno no pertenece a este grupo sino a una institución del Estado.

De hecho, que se queme o golpee un muñeco puede ser considerado una crítica política según la doctrina del Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH).

En Francia no se le ha dado importancia

La política francesa y los medios de comunicación no se han detenido a hablar sobre el muñeco con la foto de Macron viendo lo que tiene encima el país. Las protestas de los agricultores están provocando pérdidas enormes en la economía francesa y todos los ministros están centrados en atajar esta crisis cuanto antes, empezando por el primer ministro, Gabriel Attal, quien este martes tendrá que dar a conocer en la Asamblea Nacional el plan del Gobierno para resolver la situación.

Así las cosas, en Francia no ha tenido ninguna repercusión mediática algo que en España habría sido tema para infinidad de artículos y tertulias. Las redes sociales de los políticos y los principales partidos se centran principalmente en mensajes sobre lo que está sucediendo, mientras que los periódicos cuentan con información constante sobre las protestas además de diferentes análisis, pero nada sobre el muñeco.