¿Es posible para Israel continuar con su objetivo de derrotar a Hamás sin liberar a todos los rehenes?

El exitoso rescate de dos de los secuestrados israelíes Luis Har y Fernando Marman en un osado operativo militar en el corazón de Rafah, no pone fin a la discusión interna sobre cómo se logrará recuperar a todos los que aún están en poder de Hamás.

En Gaza quedan ahora 134 rehenes, de los cuales se sabe que por lo menos 31 están muertos. La gran pregunta es si la única forma es continuar la guerra e intensificar la presión militar sobre Hamás-tal como dicen tanto el Primer Ministro Benjamín Netanyahu como el Jefe del ejército Herzi Halevi- o se puede también aspirar a un acuerdo con Hamás.

La posición oficial mayoritaria es que solamente una mayor presión permitirá recuperarlos a todos. Pero eso no significa necesariamente renunciar a negociaciones sino que precisamente por sentirse presionado, puede que Hamás acepte transar en torno a la mesa.

El mensaje claro de numerosas familias de los secuestrados es que resulta urgente llegar a un acuerdo porque cada día es un infierno en el que corren peligro. Se lo sabía antes y se refuerza el mensaje con mayor intensidad desde el regreso en noviembre de más de 100 secuestrados en el marco del alto el fuego con Hamás.

Inclusive Gabriela Leimberg, hermana del recién liberado Fernando Marman, dijo hace pocos días, cuando evidentemente no sabía cuánto tendría este lunes para festejar, declaró al canal N12 de la televisión israelí que «hay que traer a todos ya, no se puede esperar más, cada día es un peligro».

Este es claramente el mensaje oficial del Foro que representa a lo que parece ser la mayor parte de las familias de secuestrados, aunque hay algunas que nunca se han pronunciado públicamente, quizás por cuestión de carácter y personalidad.

El foro que los representa ha agudizado su mensaje y su tono en las concentraciones ciudadanas. De hecho, ya se puede hablar de protestas, ya que en las últimas semanas manifestantes prendieron fogatas en la carretera Ayalon, la principal vía de Tel Aviv, llegando inclusive a duros enfrentamientos con la policía.

Hay que lograr un acuerdo, no importa cuál sea el precioMeirav TalExsecuestrada por Hamás

Meirav Tal, que fue liberada en noviembre, declaró el lunes que «hay que lograr un acuerdo, no importa cuál sea el precio», señalando que «el precio más duro ya lo pagamos nosotros, civiles que fuimos secuestrados de nuestras casa el 7 de octubre». Su pareja aún está en manos de Hamás en Gaza.

Pero la verdad es que aunque este mensaje tiene una presencia muy grande en la opinión pública israelí, no es la única voz que se oye de familias de secuestrados. Recientemente se creó el marco conocido como Tikva (que significa «esperanza», encabezado por Tzvika Mor, cuyo hijo Eitan fue secuestrado del festival musical Nova.

Israel debe dar prioridad a sus necesidades de seguridad y continuar con la guerra hasta que destruya a HamásTzvika MorMadre de un secuestrado de Hamás

«Israel debe dar prioridad a sus necesidades de seguridad y continuar con la guerra hasta que destruya a Hamás para frenar amenazas futuras que los terroristas anuncian», dijo a El Debate Tzvika Mor. Es indudable, recuerda, que quiere ver a su hijo de regreso en casa, pero considera que poner fin a la guerra no será la forma de lograrlo.

Vered Vaspi, que perdió a su hijo Arnon en combate años atrás y a su hermano hace décadas, pide que se tome medidas para frenar el círculo de sangre. «No podemos detener el ataque a Hamás ya que sin destruir su infraestructura armada, seguiremos expuestos», afirma a este diario.

La semana pasada se llevó a cabo una marcha especial que comenzó en el sur y fue avanzando diariamente hasta la reunión «de la victoria» el jueves por la noche en Jerusalem. Los organizadores afirmaron que cruzaba líneas partidarias y no representaban a un bloque político. Reservistas que salieron de Gaza jugaron un papel central diciendo que su esfuerzo y el de los caídos, no puede haber sido en vano.

«La verdadera victoria no puede lograrse sin recuperar a los secuestrados, ya que eso sería una mancha moral indeleble», afirma a El Debate Yoel Marshak, laborista desde siempre que ha tenido a lo largo de los años diversas iniciativas de acercamiento con los palestinos. «El terrorismo de Hamás debe ser derrotado, eso es indudable. Pero podremos hacerlo también después de excarcelar, si es necesario, a todos los terroristas que tenemos presos, para poder recuperar a nuestros secuestrados».

Todos quieren ver a los secuestrados de regreso en casa y también ver destruido a Hamás. Pero no todos concuerdan sobre la mejor vía a seguir. Hay quienes sostienen que inclusive detener la guerra es aceptable para recuperar a todos, alegando que si los secuestrados no vuelven a casa, ello será una mancha moral indeleble para Israel.

Sólo presión militar cada vez mayor permitirá recuperar a los secuestradosBenjamín NetanyahuPrimer Ministro de Israel

En las últimas semanas el debate en la opinión pública israelí deja la impresión que hay una contradicción entre la continuación de la guerra y la eventualidad de un acuerdo con Hamás. La afirmación que «sólo presión militar cada vez mayor permitirá recuperar a los secuestrados», que ha dicho y reiterado Netanyahu, es percibida por muchos como una negativa a negociar un acuerdo en cuyo marco se recupere a todos.

El primer ministro israelí, en efecto, ha dicho claramente que hay líneas rojas y ya ha rechazado una respuesta dada días atrás por Hamás a una propuesta israelí, en la que entre otras cosas exige que Israel ponga fin totalmente a la guerra, con garantías norteamericanas para ello y se retire de la Franja de Gaza.

Pero en la práctica, no ha cerrado la puerta a la posibilidad de una negociación. Y aunque aún no está confirmado oficialmente, parecería que hoy martes habría representantes israelíes en las conversaciones de El Cairo sobre el tema de un acuerdo. El director de la CIA llega especialmente para ello y estarán los mediadores cataríes y egipcios.

Israel siente que tras el exitoso rescate en Rafah, puede llegar a las conversaciones con Hamás sintiéndose más vulnerable.

De todos modos, la determinación israelí, hasta ahora al menos, es avanzar hacia Rafah apenas hayan sido desalojados los civiles que allí se refugian, alegando Netanyahu que sin destruir los cuatro batallones armados de Hamás que aún operan en dicha zona, no habrá «victoria total».