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Yulia Navalnaya, la viuda de NavalniEFE

El legado de Navalni sobrevive a su muerte y su viuda asume la peligrosa tarea de plantar cara a Putin

Yulia Navalnaya ha asegurado que sabe por qué el mandatario ruso mató a su marido y adelanta que lo desvelará todo «pronto»

La muerte de Alexéi Navalni ha supuesto un duro golpe para la escasa y poco organizada oposición rusa. El disidente se atrevió a desenmascarar la corrupción del régimen de Vladimir Putin y se convirtió en una figura muy popular en Rusia, donde sus vídeos en YouTube acumulaban millones de visualizaciones. Incluso, desde la cárcel, Navalni seguía siendo una amenaza para el mandatario ruso.

El régimen decidió cortar por lo sano y, el pasado viernes, el opositor ruso fue declarado muerto. Todavía está por ver si el fallecimiento es consecuencia de las duras condiciones a las que estaba siendo sometido o si los tentáculos del Kremlin también han acabado con el opositor ruso.

Su mujer, Yulia Navalnaya, aún rota de dolor, se ha mostrado determinada en continuar con el legado de Navalni. Su lucha no termina con su muerte y la viuda ha recogido el testigo. Así se lo hizo saber ayer a Putin, en un vídeo difundido en el canal de Youtube de Navalni. En una grabación de apenas nueve minutos, con un fondo oscuro y un rictus serio, Navalnaya confiesa que «no debería haber estado en este lugar ni haber tenido que grabar este vídeo».

La viuda no se anda con rodeos y asegura que «otra persona debería haber estado en mi lugar [Alexéi Navalni]. Sin embargo, esa persona ha sido asesinada por Vladimir Putin». Navalnaya admite que el mandatario ruso no solo le ha arrebatado a la persona que «más quería», sino que también se lo ha quitado al pueblo ruso. «[Putin] quiere quitarnos nuestra esperanza, nuestros sueños y nuestro futuro», asevera. La viuda de Navalni insiste en que el presidente ruso ha querido «destruir y borrar» la mejor «prueba» de que Rusia «puede ser diferente».

Navalnaya siempre ha estado al lado de Navalni y asumió, con orgullo, el papel secundario que le tocó interpretar durante años. Ella misma lo reconoce en el vídeo, donde se muestran imágenes de Navalnaya junto a su marido en diferentes actos políticos como actos de campaña o elecciones. Pero también ha sufrido la parte más dura de su activismo, las múltiples detenciones, palizas, persecución y hasta intentos de asesinato, como el envenenamiento con el agente nervioso Novichok, en 2020.

«Todos estos años he estado al lado de Alexéi y he sido feliz apoyándolo», asegura. Navalnaya no se queda ahí y continúa diciendo que «ahora estaré de vuestro lado, porque sé que vosotros también habéis perdido mucho». Con tan solo una frase, la viuda de Navalni se acaba de convertir en la peor pesadilla para el Kremlin y la enemiga número uno del régimen de Putin.

En el vídeo, la viuda de Navalni denuncia torturas y toda clase de tratos vejatorios en la prisión donde llevaba encerrado desde enero de 2021, aún en estas condiciones, destaca su fuerza y su sentido del humor. De hecho, el día antes de su muerte, se le puede ver, en las últimas imágenes con vida de él, riéndose y bromeando con el juez, durante una comparecencia ante un Tribunal por videollamada. «Mi marido era inquebrantable y por eso Putin lo ha matado», asegura.

«Vergonzosamente, cobardemente, sin siquiera mirarlo a los ojos ni siquiera mencionar su nombre. Y con la misma vergüenza y cobardía, ahora esconden su cuerpo, no se lo muestran a su familia ni se lo dan, sino que mienten y esperan lastimosamente a que desaparezcan las huellas del Novhichok de Putin», ha denunciado Navalnaya. Las autoridades rusas no ceden a las peticiones de la familia de Navalni y se niegan a enseñarles el cuerpo.

Las versiones se contradicen. La madre del opositor ruso, acompañada de sus abogados, viajó hasta la ciudad de Salejard, en el Círculo Polar Artículo, para recuperar el cuerpo sin vida de Navalni. Una vez en la morgue local, los funcionarios la informaron de que el cadáver no se encontraba ahí. «No les dejaron entrar. A uno de los abogados literalmente lo sacaron a empujones», informó el equipo de Navalni. Además, el Comité de Instrucción de Rusia comunicó ayer a la madre que la «la investigación de la muerte se ha prolongado», por lo que no podrán tener acceso a los restos mortales del opositor hasta, al menos, la semana que viene.

El equipo de Navalni denuncia que se trata de una artimaña para borrar «las huellas» del crimen. «Se desconoce por cuánto tiempo puede prolongarse. Por el momento, las causas de la muerte 'no han sido establecidas'. Mienten, ganan tiempo y ni siquiera lo ocultan», ha declarado el equipo del opositor. La mujer de Navalni ha asegurado que «saben perfectamente por qué Putin mató a Alexéi» y adelanta que lo contarán «pronto». Asimismo, advierte de que descubrirán quién y cómo se cometió el crimen. «Daremos sus nombres y sus caras», ha prometido.

Navalnaya, claramente emocionada, asume el papel de su marido y se compromete a seguir con su trabajo. «Continuaré luchando por nuestro país y os animo a apoyarme», ha pedido la viuda de Navalni, que ha recordado que «no es vergonzoso hacer poco; es vergonzoso no hacer nada. Es vergonzoso sentirse intimidado», citando al disidente. La labor de Navalni no muere con él, sino que continúa, y con más fuerza todavía si cabe, de la mano de la mujer que caminó a su lado y le apoyó hasta su último suspiro: Yulia Navalnaya.