¿Hacia dónde va la guerra en Ucrania? Los expertos de El Debate responden
Hace dos años, el 24 de febrero de 2022, medio mundo se levantaba con la noticia de que Rusia había invadido Ucrania. Las señales estaban ahí, llevaban deslumbrando a Occidente mucho tiempo, pero nadie quiso creerlas, hasta que esa madrugada hace ya 730 días, el presidente ruso, Vladimir Putin, dio la orden a su Ejército y acabó con la paz en Europa. Una nueva guerra se cierne desde hace 24 meses sobre el corazón del Viejo Continente.
Las columnas de tanques rusos entrando por la frontera de Bielorrusia con el objetivo, truncado, de llegar hasta la mismísima capital ucraniana hicieron temblar a Occidente. Putin había cumplido su amenaza y nadie se lo había impedido. Las tropas ucranianas consiguieron frenar su avanzada hasta Kiev. Dos años después de la invasión rusa de Ucrania, el frente parece haberse estancado, aunque en los últimos días Rusia ha conseguido tomar el control de la disputada ciudad de Avdivka.
Otros conflictos han hecho que el interés en Ucrania haya decaído, como la actual guerra entre Israel y Hamás. Además, los países aliados están empezando a flaquear en sus entregas de armamento y ayuda financiera al Gobierno de Volodimir Zelenski. Putin parece estar en su mejor momento, tras las últimas conquistas en el campo de batalla y, en el plano político, por la muerte de su único rival político, Alexéi Navalni. El mandatario ruso tiene el futuro despejado de cara a unas elecciones presidenciales, el próximo mes, en las cuales revalidará su poder.
Ante este complejo escenario, en el aniversario del segundo año de la invasión rusa de Ucrania, El Debate ha recurrido, una vez más, a sus expertos para conocer de primera mano sus pronósticos y análisis de cara al futuro de la contienda.
Gustavo Morales
- «DOS POSIBLES SALIDAS: NEGOCIACIÓN O GENERALIZACIÓN DE LA GUERRA»
La guerra ha servido para polarizar posturas, acercando a Pekín y Moscú y secundariamente a Teherán y Pionyang. En el otro lado, fortaleciendo y expandiendo una OTAN que se diluía. Ahora, la Unión Europea está doblando la ayuda económica que Estados Unidos da a Ucrania mientras Washington se convierte en beneficiario de las compras europeas de energía y en el principal proveedor de armas.
Los anglosajones están presionando para que los países occidentales se apoderen de los activos en divisas de Rusia, casi 300 mil millones de dólares, para darlos a Ucrania introduciendo la desconfianza en el sistema bancario mundial.
Las sanciones contra Rusia no han tenido el efecto esperado todavía y las dos salidas próximas del conflicto son la negociación, como decía Kissinger, o la generalización de la guerra como busca Zelenski. Falta saber quién será el próximo inquilino de la Casa Blanca.
Juan Rodríguez Garat, Almirante (R)
- «HASTA LA LLEGADA DEL F-16, PUTIN DISPONDRÁ DE CIERTA VENTAJA MILITAR»
En el último año hemos visto un frente bastante estático en el que no se han producido movimientos decisivos. Rusia mantuvo la iniciativa en los primeros meses, luego fue Ucrania y hoy es de nuevo el Ejército ruso el que avanza en el frente. ¿Hasta cuándo?
El actual equilibrio se sostiene en la capacidad ucraniana para impedir el movimiento de las fuerzas mecanizadas rusas con drones y armas anticarro; en los medios de contrabatería que contrarrestan la superioridad artillera rusa; y en el escaso partido que Putin ha sacado de su superioridad aérea y naval. En los últimos meses, la situación ha cambiado un poco.
Se echa en falta la ayuda americana precisamente cuando Corea del Norte ha entregado grandes cantidades de munición al agresor y cuando empieza a generalizarse el uso de bombas guiadas por la aviación rusa. Hasta la llegada del F-16, Putin dispondrá de una cierta ventaja militar. Pero esta es una situación que ya hemos vivido. La ventaja no será decisiva y, tarde o temprano, se restablecerá en el frente la situación de tablas.
Ramón Pérez-Maura
- «PARECE PROBABLE QUE UCRANIA VOLVERÁ A SOMETERSE A LA BOTA DE PUTIN»
Supimos desde la primera hora que sería una guerra larga. Hoy ya 730 días. Y ahora sabemos que lo será mucho más de lo que imaginábamos. El tiempo juega a favor de Rusia y la baza más importante con la que cuenta Vladimir Putin son las elecciones del próximo 5 de noviembre en Estados Unidos.
Si, como todo parece indicar, Donald Trump regresa a la Casa Blanca, Putin sabe que tendrá vía libre para hacer lo que tenga por conveniente con la heroica Ucrania. Y los europeos, cuanto más alejados de sus fronteras, menos ganas de confrontación tendremos. A día de hoy, cada vez parece más probable que Ucrania volverá a someterse a la bota de Putin. Nada me alegraría más que equivocarme.
Carmen de Carlos
- «UN ACUERDO DE PAZ ESTÁ LEJOS Y QUIZÁS NUNCA LLEGUE A FORMALIZARSE»
De dónde viene la invasión de Rusia a Ucrania es sabido, el desafío es tener la certeza suficiente para afirmar a qué destino va. Dicho de otro modo, si tras dos años de sangre, fuego y miles de millones de dólares –y euros– empleados en armamento, se puede poner una fecha final a la guerra desatada por Vladimir Putin. La respuesta es no, pero el actual escenario y el camino, de ida y vuelta, recorrido en estos 24 meses por las tropas rusas y ucranianas, con la participación clave, en ambos frentes, de los drones o aviones no tripulados permite aventurar que un acuerdo de paz está lejos y quizás, como sucedió con Crimea, nunca llegue a formalizarse.
La duración de esta guerra no declarada por el invasor, que insiste en referirse a ella como «operación militar especial», depende también, como reconoció y reclamó hace unos días Zelenski, de la llegada urgente y continuada de fondos y material militar renovado, algo que a medio plazo podría estar en el aire si Donald Trump lograse recuperar la presidencia de Estados Unidos. Europa, por sí misma, no tiene espaldas suficientes para sostener sine die un conflicto que amenaza con necrosarse y desafía su estabilidad.
Putin avanza sobre Ucrania y Zelenski retrocede o viceversa. Esta ha sido la crónica intermitente desde el 24 de febrero de 2022. Resulta difícil creer que la historia, al menos hasta fin de año, se va a escribir de otro modo.
Aquilino Cayuela
- «EL DESGASTE ESTÁ LLEVANDO A LOS DEFENSORES UCRANIANOS A UN COLAPSO»
Se cumplen dos años de la invasión de Ucrania por parte de Rusia. Una guerra larga y cruenta con numerosísimas bajas en ambos bandos. Una guerra donde el desgaste está llevando a los defensores ucranianos a un colapso.
La dificultad principal para las tropas de Ucrania es que acusan una carencia de munición, y el apoyo de los aliados occidentales ha decrecido. Asimismo, las bajas causadas han mermado el número de combatientes, con escasa posibilidad de reemplazo. Esta situación está llevando a un punto crítico a la defensa ucraniana. A la vista no hay un punto final al conflicto, pero el momento presente, mal que nos pese en Europa Occidental, da ventaja a Rusia y pronostica que, sin un aumento considerable de apoyo por parte de la OTAN, Ucrania no podrá hacer frente a la defensa de la integridad de su territorio.