Israel
Netanyahu alerta del riesgo de convocar elecciones porque significaría «perder la guerra contra Hamás»
El primer ministro israelí enfrenta divisiones dentro de su propio Ejecutivo que ha generado la exención militar para los judíos ultraortodoxos en plena guerra
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, aseguró este jueves que convocar ahora elecciones en Israel sería sinónimo de «perder la guerra contra Hamás», por lo que pidió consensos dentro de todo el espectro político parlamentario y en la coalición de gobierno.
«Si alguien presenta demandas extremas de cualquier tipo, nos veremos arrastrados a elecciones. ¿Qué significarían unas elecciones ahora? Frenar la guerra en la franja de Gaza y, por tanto, ser derrotados; además de paralizar el país durante seis u ocho meses», afirmó Netanyahu en un discurso televisado.
El primer ministro respondía así a las divisiones dentro de su propio Ejecutivo que ha generado la exención militar para los judíos ultraortodoxos en plena guerra, con cada vez más partidarios de eliminar ese «privilegio», pero al que los partidos haredíes, claves para la supervivencia del gobierno, no están dispuestos a ceder.
«Una división que nos aboque a elecciones implicaría maniatar al Gobierno, que no tendría la capacidad de tomar decisiones importantes referentes a los rehenes, la ofensiva en Rafah o el enfrentamiento con Hizbulá», indicó.
El ministro israelí de Defensa, Yoav Gallant -figura importante dentro del gabinete de guerra y miembro del Likud-, abogó ayer por que todos los sectores de la sociedad israelí, incluidos los ultraortodoxos, sean reclutados para el servicio militar, lo que consideró una «necesidad nacional» durante la guerra en la franja de Gaza.
Una exención controversial
Durante décadas, los israelíes ultraortodoxos han mantenido una exención casi general a cumplir con el servicio militar obligatorio si se dedican a los estudios religiosos, en base a una disposición ejecutiva que se renueva periódicamente, la última vez hace unas semanas.
Grupos civiles y de reservistas, apoyados por 170 exgenerales y altos mandos de las fuerzas de seguridad, han presentado un recurso ante el Supremo para anular esa disposición que viola el principio de igualdad, que celebró su primera audiencia esta semana.
«Unas elecciones generales supondrían disputas y emociones a flor de piel. Eso no puede ocurrir en tiempos de guerra y menos cuando estamos tan cerca de la victoria. Supondrían nuestra derrota y eso es justo con lo que sueña (el líder de Hamás en Gaza) Yahya Sinwar», aseveró el primer ministro.
Netanyahu insistió en que las tropas israelíes continuarán su ofensiva terrestre hasta Rafah para alcanzar la «victoria total» y acabar con los batallones de Hamás que quedan ahí; pero volvió a garantizar que antes se evacuará a la población civil de la zona, donde hay unos 1,4 millones de gazatíes, la mayoría desplazados.
Sobre las negociaciones para una tregua que avanzan lentamente en Doha, el primer ministro subrayó que Israel no cederá «a las exigencias de locos» de Hamás y explicó que todavía están esperando una lista con los nombres de los rehenes que serían liberados durante el alto el fuego.
«No capitularemos ante las delirantes exigencias de Hamás. Estamos decididos a traer de vuelta a todos los rehenes, con o sin un marco de acuerdo», afirmó Netanyahu sobre una posible tregua, aunque dijo que es aún «demasiado pronto» para saber si saldrá adelante.