EE.UU.
El voto propalestino da un susto a Biden en las primarias del estado de Míchigan
La alta abstención saca a la superficie el amplio descontento en determinados sectores del Partido Demócrata por el apoyo de EE.UU. a Israel
Agria victoria de Joe Biden en las primarias demócratas de Míchigan. Con el 80 % de los votos, la victoria del actual inquilino de la Casa Blanca se daba por descontada, teniendo en cuenta de que el único rival a su candidatura era el inofensivo congresista Dean Phillips.
Sin embargo, los votantes demócratas contrarios a las políticas de Biden han tenido un modo de expresar su descontento: votando a la opción «no comprometidos».
Se trata de una suerte de voto en blanco que, en esta ocasión, ha recogido el voto contrario a la guerra de Gaza.
Míchigan es un estado que cuenta con una notable presencia de población árabe e islámica en varios de sus condados.
El 13 % de votos «no comprometidos» corresponderían, en esencia, a votantes demócratas críticos con el apoyo de la administración Biden a Israel en su guerra contra Hamás en Gaza.
El resultado supone un buen susto a las aspiraciones de Biden de resultar reelegido presidente en las elecciones de noviembre de 2024.
El estado de Míchigan es uno de los caladeros fuertes de delegados, con 117, de cara a la convención demócrata del próximo mes de agosto, donde Biden espera salir con la corona de laurel de la candidatura demócrata.
El voto «no comprometido» no tiene capacidad por sí mismo para frustrar la candidatura de Biden, pero refleja un alejamiento de la comunidad árabe-islámica, que podría dar la espalda a Biden en las elecciones.
Lo más grave es que el voto islámico abstencionista no fue algo espontáneo, sino que respondió a una estrategia de las organizaciones Listen to Michigan y Our Revolution.
Estas organizaciones recogen a los votantes musulmanes y al ala más izquierdista del Partido Demócrata.
Fueron estas organizaciones las que hicieron campaña por la casilla «no comprometido» como respuesta al apoyo de Biden a Israel en Gaza.
Ambas organizaciones se habían marcado como objetivo alcanzar el 10 % de abstenciones, objetivo que se ha logrado con creces.
Ahora, el temor en los cuarteles generales demócratas es que Míchigan desencadene un efecto dominó que lleve a protestas similares en las primarias de los Estados de Minnesota, Pensilvania y Georgia.