Suecia se convierte oficialmente en el miembro 32º de la OTAN
De esta forma suecos y finlandeses culminan un giro inédito en su política de neutralidad de los últimos dos siglos
Suecia ha pasado a ser, este jueves, el miembro número 32 de la Alianza Atlántica (OTAN)tras finalizar todos los trámites para su integración y una vez que Hungría ha depositado el protocolo de adhesión en Washington. Culmina así un proceso que se presumía 'exprés', pero que ha llevado finalmente 22 meses por las reticencias de Turquía y Hungría.
El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, ha recurrido a su cuenta de X, antes Twitter, para confirmar la noticia. «Es oficial: Suecia es ahora el miembro número 32 de la OTAN y ocupa el lugar que le corresponde en nuestra mesa. La adhesión de Suecia fortalece a la OTAN, hace a Suecia más segura y a toda la Alianza más segura. Espero izar su bandera en la sede de la OTAN el lunes», ha compartido Stoltenberg.
Por su parte, el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, manifestó que «las cosas buenas ocurren a aquellos que esperan», al aceptar los documentos de adhesión de manos del primer ministro sueco, Ulf Kristersson.
Después de este paso, que implica la integración formal de Suecia como 32º aliado de la OTAN, está previsto que tenga lugar, el lunes en la sede de la alianza atlántica en Bruselas, la ceremonia de izado de bandera del país nórdico. Acto con el que los aliados dan tradicionalmente la bienvenida a los nuevos miembros.
Suecia se une así a sus vecinos finlandeses que ingresaron en la OTAN hace ahora 11 meses después de que ambos presentaran su solicitud de adhesión en mayo de 2022, tan solo unos meses después de la invasión rusa de Ucrania.
De esta forma suecos y finlandeses culminan un giro inédito en su política de neutralidad de los últimos dos siglos, en respuesta directa a la creciente amenaza que representaba Moscú al escenario de seguridad internacional tras el ataque lanzado contra un país europeo.
El ingreso de Suecia supone para la OTAN la entrada de unas fuerzas de unos 25.000 soldados, una potente industria militar y la fuerza aérea más grande de los países nórdicos, con un centenar de cazas, además de la isla de Gotland, la mayor de todo el Báltico y de gran valor estratégico.
El refuerzo del control de la OTAN sobre el Báltico afectará también a la capacidad de movimiento de la flota rusa en San Petersburgo y Kaliningrado