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Li Hui, responsable chino de elaciones euroasiáticasAFP

La llegada de una delegación de Kiev a Pekín alimenta los rumores de una negociación Rusia-Ucrania

Con el frente bloqueado, sin municiones por parte de Ucrania y con una acumulación de muertos insostenible por la parte rusa, la solución negociada a la guerra cobra cada vez más fuerza

Entre bastidores y con una absoluta discreción Ucrania se mueve en varios niveles diplomáticos para sacar adelante su plan de paz para poner fin a la guerra con Rusia.

Un plan que incluye medidas que solo serían posibles en caso de derrota total de las fuerzas de Moscú pero que, pese a todo, Kiev cree que puede sacar adelante.

Medidas como la retirada total de las fuerzas rusas de la Ucrania ocupada, el restablecimiento de las fronteras de 1991 y el enjuiciamiento de todos los responsables de crímenes contra la humanidad en territorio ucraniano.

Con independencia de que ese plan de paz salga adelante, lo cierto es que hay varios indicios que apuntan a la próxima reapertura de unas conversaciones de paz Rusia-Ucrania, tal vez en verano.

Según informó Reuters, una delegación ucraniana se ha desplazado a Pekín para presentar ante el gobierno chino –con el que Ucrania se esfuerza en mantener buenas relaciones– el plan de paz de Zelenski.

El jefe de la delegación ucraniana, Andriy Yermak se reunió con el representante chino para asuntos euroasiáticos, Li Hui, en una conversación cordial «franca y amistosa», según una declaración del ministerio de Exteriores chino.

En la reunión, Yermak también presentó a Hui evidencias del uso par parte de Moscú de misiles norcoreanos. Las evidencias serían pruebas de fragmentos de misiles norcoreanos en las zonas de impacto de bombardeos rusos contra objetivos civiles ucranianos.

Esta visita, asimismo, alimenta los rumores que apuntan a una próxima negociación, aunque por el momento, tanto Rusia como Ucrania niegan cualquier posible acuerdo de alto el fuego.

Zelenski se reunirá este viernes en Estambul con el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, en el palacio de Dolmabahçe, antigua residencia de los sultanes otomanos a partir del siglo XIX, y centro neurálgico de la actual diplomacia turca.

Este lugar, a orillas del Bósforo, es el lugar predilecto de Erdogan para recibir las principales visitas extranjeras, jefes de Estado a los que proporcionar los máximos honores.

Las autoridades turcas tampoco han escondido que el motivo de la visita es impulsar una solución negociada a la guerra de Ucrania.

Precisamente la semana pasada, el ministro de Exteriores ruso, Sergei Lavrov, viajó también hasta Turquía para participar en el Foro Diplomático de Antalya.

Todos estos movimientos se producen con la vista puesta en una cita que cobra cada vez más relevancia: la conferencia de paz de alto nivel anunciada por la ONU y que, previsiblemente, se celebrará en Suiza antes del verano.

La conferencia es un éxito diplomático de Ucrania. Como reconoció el ministro suizo de Exteriores, Ignazio Cassis, la convocatoria se realiza «a petición de Ucrania». Zelenski tiene intención de acudir al evento con los diez puntos de su plan de paz.