Fundado en 1910

Los oficiales debatían sobre cómo destruir el puente de Kerch, que ya sufrió ataques por parte de UcraniaAFP

Una wifi pública, un general ingenuo y una operación rusa: así espió el Kremlin a Alemania sin que se enterara

Los servicios secretos alemanes no se dieron cuenta de la filtración hasta que apareció publicada en los órganos de propaganda rusos

El oficial de la fuerza aérea alemana no podría haber tenido una idea peor al conectarse a una reunión por videoconferencia con otros oficiales donde se iba a compartir información clasificada alto secreto empleando el wifi de su hotel en Singapur.

El error generó un fallo en los protocolos de seguridad que permitió a espías rusos ubicados en las cercanías del hotel escuchar y grabar la conversación.

Detalles de la reunión aparecieron entonces en Russia Today, canal de propaganda y agitación antioccidental de la órbita del Kremlin, y desatar un escándalo en Alemania y el enfado de los aliados de la OTAN.

En la grabación se escucha cómo los oficiales alemanes debaten sobre qué objetivos rusos podría destruir Ucrania si dispusieran de los misiles Taurus alemanes, y se hace referencia a la existencia de tropas británicas en suelo ucraniano.

Pero lo peor es la incerteza de qué otra información puede obrar en manos del Kremlin cuándo tiene intención de difundirla para oprobio de los aliados occidentales perjuicio de la estrategia militar ucraniana.

Según publica la BBC, los servicios de inteligencia alemanes se afanan en tratar de parchear el error, esclarecer cómo se produjo el error y establecer un protocolo para prevenir otros casos similares.

Han denominado a la operación de espionaje rusa como Operación Singapur y han llegado a una primera conclusión: la fuga se ha debido, principalmente, a un fallo humano del oficial alemán.

El responsable es el general de brigada Frank Gräfe. Se encontraba en Singapur para participar en el Salón Aeronáutico de Singapur, donde se iba a producir la exhibición aérea más grande de Asia.

El embajador de Alemania en el Reino Unido, Miguel Berger, declaró a la BBC que lo sucedido «es una buena lección para todos: nunca uses Internet en un hotel si quieres hacer una llamada segura».

Según las autoridades alemanas, el fallo no se debió en ningún caso a la plataforma empleada para la conferencia, la popular aplicación de conexión WebEx, que centró las pesquisas tras la filtración.

Las fuerzas armadas aseguraron que emplean una versión de alta seguridad de dicha aplicación y que el fallo no se debió a la plataforma, sino a la red de internet empleada para conectarse.

Lo más llamativo de todo es que, según expertos en ciberseguridad citados por la BBC, lo más probable es que los espías rusos que interceptaron la llamada estuvieran instalados en una habitación del mismo hotel.

Los espías disponían de un sistema con antenas de largo alcance y software de escucha, barriendo las instalaciones del hotel y del Salón Aeronáutico a la búsqueda de una llamada indiscreta que pudiera ser de interés. Los espías habrían hecho «bingo» y captado por una confluencia de suerte y error del oficial alemán la llamada.

Esa es la versión oficial. La otra versión, que circula también en los medios alemanes, es que los espías rusos, una vez detectado el error de seguridad, simplemente se habrían sumado a la videollamada conjunta sin que los oficiales alemanes se dieran cuenta.