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(FILES) El Salvador's President Nayib Bukele speaks during a press conference with Mexican actor Eduardo Verástegui before signing a letter of intent for the eradication of child trafficking at the Presidential House in San Salvador on July 28, 2023. The most popular leader in Latin America, possibly the world, El Salvador's Nayib Bukele has inspired a clamor for hard-handed tactics in a region tired of violence and losing faith in democracy. Bukele, 42, enjoys an approval rating of close to 90% according to numerous polls, and ahead of the February 4, 2024, elections, he is expected to win by a landslide. (Photo by Oscar Rivera / AFP)

El presidente de El Salvador Nayib BukeleAFP

Bukele despliega a 6.000 efectivos para capturar a los últimos pandilleros de El Salvador

El presidente de El Salvador quiere eliminar por completo los últimos remanentes de las pandillas tras dos asesinatos

El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, anunció el domingo que ha ordenado el despliegue de 6.000 militares y policías para cercar remanentes de pandillas en el norte del país tras la muerte de dos personas.

«En este momento 5.000 soldados y 1.000 policías han cercado los distritos de San José Cancasque, San Antonio Los Ranchos, Potonico y San Isidro Labrador para desarticular esa clica por completo», escribió el gobernante en Twitter.

Argumentó que hace unos días «hubo dos homicidios» en esa zona, unos 90 km al norte de San Salvador, donde se capturaron a «dos culpables», miembros de la pandilla Barrio 18 Sureños.

«No nos vamos a detener hasta erradicar lo poco que aún queda de las pandillas», advirtió en la red social, en la cual publicó un video del impresionante despliegue de uniformados organizados en escuadras y dos detenidos hincados con las manos esposadas.

«Limpiaremos por completo la zona, vamos a extraer hasta el último remanente de pandillas», publicó también en Twitter el ministro de Defensa, René Francis Merino Monroy, al describir el despliegue al sur del departamento de Chalatenango.

A las pandillas, nacidas en calles de Los Ángeles, Estados Unidos, el gobierno salvadoreño les atribuye unos 120.000 homicidios en casi tres décadas, superando los 75.000 muertos que dejaron doce años de guerra civil (1980-1992).

Tras el fin de la guerra, los salvadoreños empezaron a vivir bajo el terror de las pandillas MS-13 y su rival Barrio 18 con sus dos facciones Sureños y Revolucionarios, que juntas llegaron a sumar unos 100.000 miembros.

Organismos de derechos humanos critican el régimen de excepción pues denuncian «detenciones arbitrarias», «torturas» y «muertes» en prisión.

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