¿Cómo puede responder Irán al ataque de Israel contra su embajada en Damasco?
Irán ha advertido e insistido en que el ataque contra la embajada iraní en Damasco, Siria, y que atribuye a Israel no quedará impune. Un ataque aéreo israelí mató, este lunes, a siete miembros de la Guardia Revolucionaria de Irán, un cuerpo de élite creado por el ayatolá Ruhollah Jomeini tras la Revolución Islámica en 1979. Tres de los fallecidos eran destacados mandos militares. Se trata del golpe más mortífero contra este cuerpo de élite desde que en 2020, Estados Unidos asesinara al general Qasem Soleimani en un ataque con drones en el aeropuerto de Bagdad. Teherán no puede dejar pasar un ataque de esta envergadura y ha asegurado que Israel pagará por ello y ha exigido, además, responsabilidades a Estados Unidos.
«El malvado régimen (Israel) será castigado por nuestros valientes hombres. Haremos que se arrepientan de este crimen y de otros similares, con la ayuda de Dios», aseveró este martes el líder supremo de Irán, Ali Jameneí, en un comunicado. Además de clamar venganza, la República Islámica ha apuntado también a Washington. Irán convocó a la embajadora suiza en Teherán, que representa los intereses estadounidenses en suelo iraní, y culpó al país de ser «directamente responsable estuviese al tanto o no de la intención de llevar a cabo el ataque». «Se envió un mensaje importante al Gobierno estadounidense como aliado del régimen sionista. Estados Unidos debe de responder», declaró el ministro iraní de Exteriores, Hosein Amir Abdolahian.
La pregunta que todos se plantean ahora es cómo responderá la República Islámica por el ataque contra su legación diplomática en Siria. Las opciones son variadas y la mayoría amenazan con escalar la violencia en Oriente Medio, azuzada por la guerra en la Franja de Gaza. Israel e Irán llevan décadas librando una guerra soterrada, que acaba mostrando su verdadero rostro con ataques directos como el que ha tenido lugar esta misma semana. Teherán, y como defiendes los sectores más radicales del Ejecutivo iraní, podría optar por devolver el golpe a Israel de la misma forma y atacar una embajada en terceros países.
«Mi sugerencia es atacar abierta y directamente uno de los centros diplomáticos de los sionistas (israelíes) en uno de los países de la región, preferiblemente Azerbaiyán», declaró el parlamentario conservador iraní Jalal Rashidi Kuchi. Aunque esta es la opción quizás menos probable, nunca es descartable. En su defecto, Teherán, que cuenta con una amplia red de milicias por la región, podría movilizar a sus proxies como Hezbolá, en el Líbano, o los hutíes, en Yemen, y que estos incrementen sus ataques contra objetivos israelíes. La milicia chií libanesa ya advirtió este lunes de que el ataque israelí en Siria sería respondido con «castigo y venganza».
Estados Unidos tampoco se libra de la amenaza iraní, ya que este culpa también a Washington por ser el aliado de Israel en la región. La Administración de Joe Biden se prepara para un posible aumento de los ataques conta bases e instalaciones estadounidenses en la región. Ambos países han estado muy cerca de protagonizar un conflicto abierto recientemente, cuando un ataque con drones de milicias proiraníes de Irak contra una base norteamericana en Jordania mató a tres soldados. Por ahora, la respuesta de Irán se ha limitado a incrementar su retórica bélica, así como tratar de aislar a Israel por su papel en la guerra en Gaza.
En el plano diplomático, la República Islámica solicitó una reunión urgente del Consejo de Seguridad de la ONU por el bombardeo de Damasco para «denunciar categóricamente la violación de las normas internacionales». La experta en Hezbolá y el conocido como «Eje de la Resistencia» de la Universidad de Cardiff, Amal Saad, asegura que «la inminente respuesta de Irán a Israel estará impulsada principalmente por la necesidad de restaurar la disuasión». La muerte del alto comandante de las fuerzas Al-Quds en Siria y Líbano, Mohamad Reza Zahedi ha sido un golpe sin precedentes para Irán. Saad apuesta por una represalia directa contra el país hebreo e indirecta contra intereses estadounidenses.