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Xi Jinping recibió a Sergei Lavrov en PekínAFP

EE.UU. advierte a China que la responsabilizará de las consecuencias de una victoria rusa en Ucrania

La Casa Blanca asegura que Pekín ha ayudado a Rusia a reconstruir sus fuerzas para evitar un cambio de régimen en Moscú como consecuencia de una posible derrota en Ucrania

China y Rusia estrechan su colaboración, reafirman su amistad y perseveran en su alianza para construir un nuevo orden global que ponga fin al edificio de seguridad construido tras la Segunda Guerra Mundial y la Guerra Fría.

El ministro de Exteriores ruso, Sergei Lavrov, y el presidente chino Xi Jinping se reunieron en Pekín donde el mandatario chino insistió en trabajar «en estrecha colaboración con Rusia».

Este nuevo acercamiento, que aleja aún más la posibilidad de que China pueda actuar como intermediario para presionar a Rusia de que ponga fin a la guerra en Ucrania, ha irritado a la Casa Blanca.

El subsecretario de Estado, Kurt Campbell, advirtió a Moscú que Estados Unidos responsabilizará a China de una posible victoria de Rusia en Ucrania y sus consecuencias.

Subrayó que una victoria rusa «alterará el equilibrio de poder en Europa de un modo inaceptable», y el responsable sería Pekín.

Campbell aseguró que Estados Unidos «le ha dicho directamente a China que, si esto continúa, tendrá un impacto en la relación entre Estados Unidos y China. No nos quedaremos de brazos cruzados diciendo que todo está bien».

Aseguró que van a interpretar la guerra de Ucrania «no solo como un conjunto de actividades rusas, sino como un conjunto de actividades respaldadas por China y por Corea del Norte. Esto es contrario a nuestros intereses».

Ahora «Rusia se ha reequipado casi por completo y representa una amenaza significativa para Ucrania y la región circundante», advirtió.

Las reacciones de Pekín no se han hecho esperar. El ministro chino de Exteriores afirmó que «Pekín y Moscú continuarán fortaleciendo su cooperación estratégica en el escenario mundial y brindándose apoyo firme».

Por su parte, el portavoz de ministerio, Mao Ning, rechazó las «críticas o presiones» de Estados Unidos por sus vínculos con Rusia: «China y Rusia tienen el derecho de mantener una cooperación normal, económica y comercial».

«En este tipo de cooperación no debería haber interferencias». «China tampoco aceptará críticas o presiones», añadió.