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AnálisisAndrés Montero

El funesto legado de Michelle Bachelet en Chile

Bachelet es la que abrió de manera indiscriminada las fronteras de Chile a los haitianos primero y a los venezolanos después

Michelle Bachellet, expresidenta de ChileTwitter

Un nuevo asesinato remece a Chile. Esta vez la víctima ha sido un teniente de Carabineros de Chile, de solo 27 años, quien venía en su coche con su esposa y un hijo cuando fue atacado con más de 10 balazos. Los cuatro asesinos, son todos venezolanos, de los cuales uno también falleció.

Hay dos Chile en pugna: uno es el del gobierno de Gabriel Boric, cuya coalición comprende más de 10 partidos políticos, siendo el Partido Comunista el más influyente en el gobierno. Es un Chile de promesas, explicaciones y venganza. Es el Chile de las «querellas» sin destino. Es el Chile de la «igualdad», de la «inclusión» del «todas y todos».

El otro Chile, está inundado de inmigrantes ilegales, la mayoría de los cuales son venezolanos que han escapado del horror de la dictadura de Nicolás Maduro. Con casi 600 mil venezolanos, los cuales la mayoría son ilegales, Chile enfrenta una crisis generalizada de seguridad interna.

Chile dejó de ser un país seguro y cada día nuevos asesinatos aterrorizan a la población. Robos de móviles, de coches y de bienes, asolan a campos y ciudades. En medio de la tragedia, el gobierno está preocupado de estatizar la salud, las pensiones y de una política exterior feminista. Se reduce la jornada laboral, se construyen nuevos «memoriales», se presentan proyectos para que los amos de mascotas tengan feriado cuando estas fallezcan y se propone día libre para los trabajadores en el día de su cumpleaños.

El gobierno chileno está conformado mayoritariamente por jóvenes sin experiencia, que no vivieron bajo el gobierno del marxista Salvador Allende y que en su mayoría nunca trabajaron en algo productivo. ¿Pero cuando cambió Chile? La respuesta es clara: cuando Michelle Bachelet gobernó.

La «gran líder», no solo gobernó Chile en dos oportunidades, sino también fue la primera en liderar ONU mujeres y después fue alta comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos. Bachelet se pasea por el mundo dando conferencias y actualmente una camarilla liderada por el actual embajador de Chile en los Estados Unidos Juan Gabriel Valdés y la embajadora de Chile en la ONU Paula Narváez, la postulan y apoyan por la red social X para secretaria general de las Naciones Unidas. Detrás de la campaña, de seguro pronto estará la Canciller Mexicana Alicia Bárcena y todos los progres disponibles en el enjambre de las Naciones Unidas.

Bachelet es la que abrió de manera indiscriminada las fronteras de Chile a los haitianos primero y a los venezolanos después. Antes, Bachelet acogió en Chile al tirano de la RDA Erich Honecker y a su viuda Margot (la bruja púrpura).

El fallecido presidente Sebastián Piñera intentó detener los ingresos ilegales a Chile, pero su éxito fue parcial. Bachelet junto a organismos como El Servicio Jesuita a Migrantes, el INDH (Instituto Nacional de Derechos Humanos), ACNUR (Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados) y otros organismos de izquierdas infiltraron organismos y generaron legislaciones permisivas que llevaron a Chile a un punto de «posible no retorno».

El crimen, los sicarios, el narcotráfico y políticos y jueces garantistas tienen secuestrado a Chile. Lo más increíble es que Michelle Bachelet ha tenido la desfachatez de pedir a su sector «una autocrítica» en materia de seguridad pública. Bachelet ha declarado que la seguridad «es un derecho humano fundamental». Aparentemente esta afirmación la formula olvidando que ella es la gran culpable de la inmigración ilegal en Chile.

Tras decenios de crecimiento y de reducción de la pobreza, Chile logró eliminar casi totalmente los campamentos y los nudos de pobreza en torno a las grandes ciudades. Hoy el déficit habitacional, la crisis de salud y de educación pública, son una realidad indesmentible.

La inmigración ilegal se está organizando, no solo para delinquir, sino también, para exigir derechos y beneficios

La inmigración ilegal se está organizando, no solo para delinquir, sino también, para exigir derechos y beneficios incluso por sobre los de los propios chilenos. Bachelet también ha apoyado en varias oportunidades al gobierno del joven Boric, dando consejos de como superar los problemas de la contingencia.

Cada presidente chileno será recordado por algo, pero Bachelet será sin duda recordada por los nefastos efectos para Chile de la inmigración ilegal, promovida durante su último gobierno. La política internacional y los organismos multilaterales son especialistas en alabar y venerar a personas que no lo merecen. Chile sufre hoy una vez mas y los verdaderos responsables de tanto dolor viajan por el mundo en primera clase, se alojan en lujosos hoteles y no pagan impuestos.