De amenaza existencial para Israel a aliado contra Irán: Jordania derribó decenas de misiles iraníes
Jordania, el otrora enemigo de Israel, ha ayudado a derribar misiles y drones lanzados por Irán
En 1948, cuando se crea el Estado de Israel, la principal y más directa amenaza contra el recién nacido Estado judío lo constituía el Emirato de Transjordania y su poderosa Legión Árabe, el más fuerte y temido ejército de Oriente Medio.
En la guerra árabe-israelí de 1948, las fuerzas israelíes lucharon por su derecho a existir frente a una coalición árabe formada por Transjordania, Arabia Suadí, Yemen, Irak, Líbano, Siria y Egipto.
De todos ellos, el más implicado para poner fin a la existencia de Israel era Jordania. El entonces emir transjordano Abdalá I ambicionaba el control de Palestina y, en particular, Jerusalén y sus lugares santos.
La pérdida de los derechos de la dinastía hachemí sobre los lugares santos de la Meca y Medina frente a la pujante familia Saúd procedente del centro de la península arábiga llevó a Abdalá I a ambicionar convertirse en protector de los lugares santos de Jerusalén para recuperar el prestigio de su familia en el mundo islámico.
La guerra fue un auténtico desastre para la causa palestina. Las opciones para un Estado palestino viable fenecieron en esa guerra declarada por países árabes a los que la causa palestina importaba poco porque, entre otras cosas, no creían en la existencia de un pueblo palestino.
Eso vendría después de la mano de la Organización para la Liberación Palestina y Yasser Arafat.
Abdalá I de Transjordania, en cambio, se mostró como un líder victorioso. Su Legión Árabe, una asombrosa máquina de guerra, conquistó toda la Cisjordania y Jerusalén oriental, incluidos los lugares santos, e incorporó esas tierras a la corona hachemí.
Israel, por su parte, consolidó su nuevo Estado y comenzó a construir un poderoso Ejército con el que defenderse.
En la guerra de los Seis Días de 1967 las cosas serían muy distintas. Israel aplastó a las fuerzas jordanas y conquistó toda Jerusalén y Cisjordania.
Tratado de Paz
No obstante, todo eso es historia. Israel y Jordania firmaron la paz y el reconocimiento mutuo en 1994 con la firma entre el rey jordano Hussein y el primer ministro Isaac Rabín de un tratado de paz.
La historia ha dado tantas vueltas desde 1948 que, el entonces enemigo existencial de Israel, ha colaborado con las fuerzas aéreas de Israel, y las de Estados Unidos y Reino Unido, para derribar varios misiles y drones lanzados por Irán en la noche del sábado al domingo.
Pese a la guerra de Gaza que ha enrarecido las relaciones de Israel con sus vecinos árabes, la reacción sin dudas de la fuerza aérea jordana demuestra que Jordania sigue siendo un aliado fundamental para Israel, apunta The Jerusalem Post.
El acuerdo de paz con Israel fue muy positivo para Jordania. En virtud del acuerdo, Estados Unidos modernizó la vetusta y diezmada fuerza aérea jordana tras décadas de enfrentamientos con la superior fuerza aérea israelí.
Jordania pudo acceder a tecnología militar estadounidense y adquirió aviones de combate F-16. Desde entonces, los jordanos cuentan con armamento estadounidense y de otros países de la OTAN y también adquirieron helicópteros Black Hawk.
Los intercambios y cooperación entre Israel y Jordania en la lucha contra el Estados Islámico, las infiltraciones iraníes o el narcotráfico son constantes.