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Vladimir Putin durante el desfile de la Victoria en MoscúEFE

Putin recurre al desfile del Día de la Victoria para volver a amenazar con armas nucleares

El mandatario ruso afirmó que no quiere la guerra mundial, pero que si se desata no dudará en recurrir a su arsenal nuclear

El presidente ruso, Vladimir Putin, volvió a recurrir a la amenaza de un conflicto con armas nucleares si el enfrentamiento con occidente por la guerra de Ucrania va a más.

Lo hizo durante el discurso que pronunció este jueves en Moscú con motivo del Día de la Victoria, que la Federación Rusa celebra este 9 de mayo con un gran desfile militar en la plaza Roja de la capital rusa.

Putin formuló su amenaza en los términos habituales: él no quiere la guerra, pero si hay guerra, empleará su arsenal nuclear.

«Rusia hará todo lo posible para evitar una guerra mundial, pero al mismo tiempo no permitiremos que nadie nos amenace. Nuestras fuerzas estratégicas (arsenal nuclear) están en alerta», declaró.

Deslucido por el mal tiempo de la jornada, bajo una intensa lluvia que a ratos se ha convertido en nieve, y con la sombra del atentado islamista del pasado mes de marzo en el Crocus City Hall de Moscú, Rusia ha celebrado el 79 aniversario de la victoria de la Unión Soviética sobe la Alemania nazi en la Segunda Guerra Mundial.

Como suele ser habitual en esta celebración, la simbología expuesta en la plaza Roja retrotraía al pasado soviético del país: banderas soviéticas de la Victoria, como la que los soldados del Ejército Rojo izaron el en Reichstag tras la caída de Berlín el 1 de mayo de 1975, uniformes soviéticos y carros de combate T-34.

Al desfile han asistido este año el dictador cubano, Miguel Díaz-Canel, el presidente bielorruso, Aleksander Lukasenko, y los líderes de Kazajistán, Laos o Guinea Bissau.

Putin centró su discurso en sus amenazas a occidente, a cuyas élites responsabilizó de la guerra de Ucrania, la acusó de «revanchismo» y de apoyar a «nazis» ucranianos.

Acusó también a las élites occidentales de promover la guerra en varios lugares del mundo y de aplicar una estrategia de enfrentamiento de unos pueblos contra otros y de unas religiones contra otras.

También acusó a occidente de revisionismo histórico al desmantelar monumentos soviéticos y alzar en su lugar estatuas de personajes relacionados, según su retórica, con el nazismo y el fascismo.