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Entrenamiento de fuerzas ucranianas en LeópolisAFP

Zelenski copia el modelo ruso y reclutará a condenados a prisión para reforzar su Ejército

La medida fue muy criticada por el gobierno ucraniano cuando la adoptó el Kremlin

El gobierno ucraniano encabezado por Volodimir Zelenski replicará una polémica medida adoptada en Rusia para paliar la escasez de reclutas en su Ejército y liberará a condenados a prisión para incorporarlos a filas.

La medida ha desatado una agria polémica en Rusia al implicar la liberación de condenados a prisión por delitos de sangre que, tras combatir en Ucrania y cumplir sus contratos con las fuerzas armadas, fueron amnistiado.

Muchos de ellos han reincidido y han vuelto a delinquir cometiendo robos, violaciones y asesinatos.

El reclutamiento ruso de combatientes en cárceles fue, de forma paradójica, muy criticada en su día por el gobierno ucraniano.

El Parlamento ucraniano acordó ahora reclutar a convictos para combatir a los ocupantes rusos en el este de Ucrania.

Se trata de una medida desesperada ante la falta de combatientes en las filas ucranianas en un momento en que Kiev padece una escasez grave de municiones mientras Rusia prepara una gran ofensiva de cara al verano.

Con todo, la medida aprobada por el Parlamento ucraniano difiere en aspectos importantes de la rusa.

No se aplicará a condenados por delitos de sangre, delitos sexuales, corrupción grave o delitos contra la seguridad nacional, y sólo podrán optar a ella aquellos encarcelados a los que les quede menos de tres años de cárcel por cumplir.

Aquellos que se sumen al programa de movilización voluntaria se les concederá la libertad condicional una vez regresen del campo de batalla.

Según la viceministra de Justicia, Olena Vysotska, hasta 26.000 convictos podrían optar al programa de movilización voluntaria a cambio de libertad condicional.

Se destaca, asimismo, que muchos de los reclusos «son ciudadanos motivados y patriotas que están dispuestos a redimirse ante la sociedad en el campo de batalla».

La decisión, sin embargo, ha sido muy criticada por organizaciones de derechos humanos, que denuncian que la ley no especifica la duración de los contratos de los presos con el Ejército.

Como consecuencia, podrían ser obligados a combatir de forma continuada hasta el final de la guerra, lo que significaría una condena mayor que la que les quedaría por cumplir en la cárcel.