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Evacuación de civiles en Jarkov ante el avance de las fuerzas rusas

Evacuación de civiles en Jarkov ante el avance de las fuerzas rusasAFP

EE.UU. trata de alejar de Ucrania el fantasma de Afganistán

La ofensiva relámpago de Rusia en Jarkov ha devuelto al fantasma de Afganistán al escenario ucraniano. EE.UU., por medio de Antony Blinken, se ha apresurado a pedir calma: todo cambiará cuando llegue, en breve, la ayuda militar

Espectacular y veloz son los dos adjetivos empleados por varios analistas occidentales para describir la ofensiva rusa en la región de Jarkov.

En pocos días han logrado penetrar hasta 8 kilómetros en el interior de Ucrania a lo largo de la frontera con Rusia en el mayor avance ruso desde el inicio de la guerra.

Aldeas como Hlyboke, Lukyantsi o Vovchansk están total o parcialmente ocupadas por las fuerzas rusas, que habrían izado su bandera en varios edificios de estas pequeñas comunidades.

Imágenes de satélite y de cámaras de seguridad han confirmado la entrada masiva de soldados rusos. Los miles de civiles ucranianos evacuados de la zona fronteriza de Jarkov con Rusia afirmaron que esta segunda invasión rusa está siendo peor que la primera.

Jarkov quedó parcialmente ocupada por las fuerzas rusas en las primeras semanas de la invasión en febrero de 2022, y fue prácticamente liberada en su totalidad por las fuerzas de Kiev durante la gran ofensiva de septiembre de 2022.

Sin embargo, según el análisis del Institute for the Study of War (ISW), el objetivo de Rusia al abrir este segundo frente no sería iniciar un avance hacia la ciudad de Jarkov, cuya conquista les resultaría prácticamente imposible con su actual acumulación de tropas y armamento.

El ISW evaluó como más probable que el Kremlin pretenda crear en el área fronteriza de Jarkov una «zona de amortiguación» para evitar que la artillería ucraniana pueda alcanzar la ciudad rusa de Bolgorod y que las tropas de la Legión Rusa de la Libertad y del Cuerpo de Voluntarios Rusos, que combaten junto a las tropas ucranianas, puedan realizar incursiones en territorio ruso desde Jarkov.

El hecho de que las fuerzas rusas hayan destruido varios puentes sobre el río Vovchansk, puentes que necesitarían para continuar su avance, parece confirmar la tesis de que lo que pretende Rusia es crear una zona de amortiguación para frenar los ataques ucranianos.

¿Un nuevo Afganistán?

Tras aprobarse la ayuda militar adicional de Estados Unidos a Kiev por valor de 61.000 millones de dólares, el ministro ruso de Exteriores, Sergei Lavrov, afirmó que la intervención de Washington en la guerra «dará como resultado un fiasco igual de sonado y humillante para Estados Unidos como el que sufrió en Vietnam y Afganistán».

El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, también comparó, tras aprobarse la ayuda, la guerra de Ucrania con la de Afganistán, pero interpretándola en sentido contrario.

«Ucrania no será un segundo Afganistán», señaló en referencia a que la ayuda militar que van a recibir las fuerzas ucranianas les permitirá rechazar la ofensiva rusa.

Y es que, tras la retirada caótica de Kabul en agosto de 2021 con los talibanes a las puertas de la capital afgana, la guerra de Afganistán se ha convertido en una obsesión para la administración Biden.

Afganistán es la gran piedra en la que ha tropezado, a poco de iniciar su andadura, la presidencia de Joe Biden.

Aquella retirada, que ya se considera la más reciente derrota sufrida por Estados Unidos, ha sobrevolado como un fantasma la guerra de Ucrania, y evitar un segundo Afganistán constituye una prioridad para los estrategas del Pentágono.

Lo cierto es que la ayuda estadounidense aún no ha empezado a llegar al frente. Habrá que ver cómo cambian el curso de la ofensiva en Jarkov las municiones de artillería estadounidenses, los HIMARS y ATACMS, los blindados, los carros de combate y los aviones F-16 que también entrarán en acción en breve.

Sin embargo, no bastará con más armas. Ucrania y Estados Unidos deben cambiar su estrategia y modificar sus puntos de vista respecto a las capacidades rusas.

Es interesante comprobar, en ese sentido, que el analista del ISW George Barros, atribuyó a un error táctico de Estados Unidos el actual éxito ruso en su ofensiva en Jarkov.

Barros defendió en un análisis publicado el 13 de mayo que «la actual política estadounidense que prohíbe a Ucrania utilizar armas proporcionadas por Estados Unidos en territorio de la Federación Rusa está comprometiendo gravemente la capacidad de Ucrania para defenderse de la nueva invasión transfronteriza que Rusia ha lanzado sobre la región de Jarkov».

Debido a esa política de la Casa Blanca y del Pentágono, «Rusia ha podido acumular su fuerza de invasión terrestre en un amplio santuario desde donde está lanzando bombas planeadoras y otros sistemas de ataque de largo alcance en apoyo a su invasión».

Además, afirma que esta política estadounidense «debería modificarse inmediatamente para dar una respuesta a las realidades de la situación actual».

No es una opinión más la de George Barros –exasesor sobre Ucrania y Rusia en el Comité de Asuntos Exteriores de a Cámara de Representantes– expresada en un think tank como el ISW, considerado cercano al Pentágono.

¿Adelanta el artículo de Barros un próximo cambio de postura de Estados Unidos respecto al veto al empleo de sus armas contra territorio ruso?

Blinken en Kiev

Otro elemento para no perder de vista es la visita el martes del secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, a Zelenski en Kiev.

Otra voz autorizada, la del jefe de la Dirección Principal de Inteligencia del Ministerio de Defensa, general Kyrylo Budanov, llamó también a la calma.

En declaraciones a la televisión pública, un impertérrito (como suele ser habitual en él) Budanov aseguró que la situación en el nuevo frente de Jarkov se había estabilizado.

«No es cierto que el enemigo esté teniendo un éxito importante. Hay que recordar que la situación es bastante tensa y cambia muy rápidamente. Sin embargo, desde ayer (el lunes) por la tarde, en mi opinión, se ha producido una rápida tendencia hacia la estabilización», afirmó.

«En principio, el enemigo ya ha sido bloqueado en las líneas por donde pudo entrar. Las Fuerzas de Defensa de Ucrania continúan su operación para garantizar una mayor estabilización y comenzar a expulsar al enemigo de las fronteras de nuestro país», aseguró.

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