Rusia avanza, aunque a menor ritmo, en Jarkov, un frente que Ucrania afirma haber estabilizado
Los planes rusos parecen perseguir el establecimiento de una zona de amortiguamiento entre Ucrania y Rusia para obstaculizar nuevos ataques ucranianos contra Belgorod
Rusia sigue avanzando en la región ucraniana de Jarkov, pero a un ritmo menor después de haber logrado penetrar hasta ocho kilómetros.
La disminución del ritmo de avance de las fuerzas rusas parece confirmar dos cosas: la primera es que, tal y como aseguraron el presidente Zelenski y el jefe de la dirección principal de inteligencia militar, Kyrylo Budanov, el nuevo frente se ha estabilizado.
La segunda lección que se desprende del repentino frenazo del avance ruso es que el objetivo final de la nueva invasión no es conquistar la ansiada capital regional de Jarkov, sino establecer una «zona de amortiguación» entre el territorio ucraniano y la región rusa de Belgorod.
Esa zona de amortiguación tendría como objetivo atajar los ataques ucranianos con drones contra la ciudad de Belgorod y la incursión de las unidades de voluntarios rusos anti Putin.
En su informe diario, el Institute for the Study of War (ISW) confirma la aseveración de Zelenski sobre la estabilización del frente en el norte de Jarkov y confirmó que «el ritmo de las operaciones ofensivas rusas en el norte de la región de Jarkov continúa disminuyendo».
El ISW revela que funcionarios ucranianos reconocieron que las áreas ocupadas por los rusos «estaban menos defendidas». Las tropas rusas podrían, tras haber avanzado casi sin resistencia durante varios días, haber llegado a líneas defensivas más fuertes, lo que les habría obligado a frenar el avance o al menos disminuir su velocidad.
Según la valoración del teniente coronel Nazar Voloshyn, portavoz del grupo de guerzas ucranianas de Khortytsia, recogida por el informe del ISW, las fuerzas rusas tendrían como objetivo táctico principal las áreas alrededor de las localidades de Lukyantsi y Vovchansk.
Respecto a la pregunta de por qué Ucrania no había establecido defensas más competentes más cerca de la frontera con Rusia, autoridades de la región de Járkov afirmaron que Rusia había impedido a las fuerzas ucranianas establecer fortificaciones a una distancia de entre tres y cinco kilómetros de la frontera mediante bombardeos constantes de las líneas de defensa.
Como consecuencia, las fuerzas ucranianas únicamente pudieron construir la primera línea defensiva a unos 12 kilómetros de la frontera y la segunda a unos 20 kilómetros.
Según el ISW, con este avance los rusos podrán ahora realizar ataques de artillería a las posiciones defensivas ucranianas.
Esa circunstancia hace más acuciante el levantamiento por parte de Estados Unidos del veto a Ucrania a que emplea el armamento estadounidense para atacar objetivos en territorio de la Federación Rusa.
Rusia se aprovechó de este veto para establecer en las regiones de Belgorod y Kursk de un santuario donde acumular tropas y material bélico empleado ahora en esta invasión.