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El presidente Putin está decidido ha llevar hasta las últimas consecuencias su política de enfrentamiento con occidenteAFP

Los espías rusos aumentarán su actividad en una guerra híbrida sin cuartel contra los aliados de la OTAN

El Kremlin ha emprendido una gran operación de guerra híbrida para dificultar o impedir la llegada de ayuda militar a Ucrania

Varios servicios de inteligencia de países occidentales han coincidido en advertir a los gobiernos que Rusia se prepara para lanzar una gran ofensiva de operaciones híbridas contra aliados de la OTAN.

En esta operación a gran escala los espías rusos destacados en países occidentales jugarían un papel central, de hecho, ya se están preparando para ello, lo que explicaría la gran actividad de los espías rusos detectada en los últimos mese en países de la Unión Europea y, en particular, en Alemania.

Según recoge el Institute for the Study of War (ISW), «los servicios de inteligencia rusos tienen la intención de aumentar las actividades de sabotaje y otras operaciones híbridas contra los países miembros de la OTAN».

Los servicios de inteligencia y seguridad de Noruega –el PST y el NIS– advirtieron que las amenazas de un sabotaje ruso contra la red de suministros de armamento noruego, así como otros eslabones de la industria militar noruega, han aumentado.

Según advirtieron el PST y el NIS en un informe, Rusia pretende erosionar o incluso interrumpir el envío de material militar noruego a Ucrania.

Sin embargo, la jefa de contrainteligencia del PST advirtió que no solo la cadena de suministros de armamento noruego está amenazada.

Inger Haugland aseguró contar con información de que agentes rusos entrenados en capacidades de sabotaje planean acciones contra bases navales noruegas y contra la industria del petróleo y del gas.

En definitiva, la red eliminada en Polonia sería solo la punta del iceberg, un hilo de la enredada maraña del espionaje ruso tejida con paciencia y durante años por el Kremlin.

Además, para tratar de dificultar el seguimiento de sus redes de espionaje, el Kremlin está reclutando a ciudadanos no rusos para sus operaciones.

En la red desmantelada en Polonia, por ejemplo, los detenidos son ciudadanos de Ucrania, Bielorrusia y Polonia.

Además, los servicios de inteligencia rusos están empleando la inmigración irregular como arma de desestabilización de los países europeos.

Según Tusk, más del 90 % de los inmigrantes ilegales detenidos en la frontera polaca procedían de África y tenían visas rusas en sus pasaportes.