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Sesión en Ámsterdam de la conferencia anual de la European Jewish AssociationEuropean Jewish Association

Los líderes judíos europeos reclaman a la UE que investigue a Borrell por «su contribución al antisemitismo»

El líder de la European Jewish Association pide al Estado de Israel un plan para la «absorción de los judíos europeos en Israel» debido al riesgo existencial que padecen, amenaza que «los gobiernos europeos no están dispuestos a abordar»

Los líderes de las comunidades judías europeas expresaron su preocupación por el «sesgo antiisraelí» observado en el Alto Representante de la Unión Europea para la Política Exterior y de Seguridad, Josep Borell y reclamaron al Consejo Europeo que lo investigue.

Investigación que, argumentan, se justificaría «a la luz del daño significativo (causado por Borrell) a las relaciones entre Europa e Israel y de su contribución al antisemitismo».

Reunidos en Ámsterdam en torno a la Conferencia Anual de la European Jewish Association (EJA), los más de 100 líderes judíos europeos que han participado en el evento denuncian en su documento final que el sesgo de las declaraciones de Borrell «ha sido un factor importante que ha contribuido al antisemitismo actual y a la difamación del Estado de Israel en el conjunto del espacio público europeo».

En ese sentido, lamentan que Borrell «ha fomentado de forma activa un clima negativo hacia el Estado de Israel en el Servicio Europeo de Acción Exterior».

En el documento final de la conferencia, los líderes judíos de Europa también reclaman medidas para contrarrestar «el aumento récord de casos de antisemitismo y la amenaza existencial para las vidas de los judíos en Europa».

En ese sentido, lamentan «la falta de adopción por parte de los gobiernos de medidas importantes para abordar» este aumento de casos de antisemitismo en Europa.

Los líderes de las comunidades judías europeas reclaman que los gobiernos europeos adopten «un mecanismo de denuncia online para casos de acoso a los judíos y amenazas antisemitas».

Solicitan también que se ofrezca a los policías formación integral que los capacite para «identificar el antisemitismo, abordarlo y detener a los que cometan actos antisemitas».

En ese sentido, reclamaron «una actitud de tolerancia cero ante las protestas violentas o intimidatorias», incluidas aquellas que difundan mensajes de organizaciones terroristas en «pancartas, banderas e insignias».

Asimismo, en el documento se insta a la Fiscalía Europea, organismo independiente que forma parte de la administración de la Unión Europea, «que designe a un profesional encargado de las denuncias antisemitas».

El objetivo de esta propuesta sería tener las herramientas necesarias para «adoptar una respuesta más dura respecto a los incidentes antisemitas y establecer un procedimiento acelerado» para juzgarlos.

Por otro lado, los líderes judíos europeos instan a los parlamentos nacionales de Europa «que consagren en sus legislaciones los principios del International Holocaust Remembrance Alliance (IHRA) y que se adopten las medidas legales para procesar a quienes infrinjan dichos principios».

También piden a los parlamentos nacionales que adopten las medidas necesarias para comprometer a las universidades y escuelas superiores en la persecución de la incitación antisemita «en clases, conferencias y actividades que se desarrollen en los campus».

Denunció que «los judíos que visten ropas tradicionales o que colocan la mezuzá (pergamino que contiene la oración de la Shemá dentro de una pequeña caja) en el umbral de sus puertas, sufren un acoso implacable».

«Los estudiantes judíos sufren amenazas de muerte y son excluidos de actividades universitarias, mientras que se escriben mensajes de odio en paredes de hogares, sinagogas y cementerios judíos», lamentó.

Ante esta situación de acoso generalizado y la amenaza existencial para los judíos europeos, el rabino Margolin reclamó al Estado de Israel el desarrollo urgente de «un plan de contingencia para absorber a los judíos europeos en Israel».

«Lamentablemente, esto ya no es una situación hipotética, sino una amenaza existencial y real que los gobiernos europeos no están dispuestos a abordar», subrayó.