Las europeas consolidan a los Fratelli d’Italia de Meloni como el partido alfa de la derecha italiana
Meloni ha visto refrendadas sus políticas en Italia en unas elecciones europeas que refuerzan también a su principal rival, el izquierdista Partido Democrático
La prensa en Italia coincide en un mismo análisis: las elecciones europeas confirman que el país transalpino regresa al bipartidismo tradicional que engrasó su maquinaria democrática durante las primeras décadas de la República instaurada después de la caída del fascismo.
Tras unos caóticos 24 años del siglo XXI, las tradicionales corrientes cristianodemócrata y socialdemócrata se han concretado en dos partidos: Fratelli d’Italia, por parte de la derecha, y el Partido Democrático, por parte de la izquierda.
Fratelli d’Italia, el partido de la primera ministra Giorgia Meloni, se alzó con la victoria en la cita europea con el 28,77 % de los votos, mientras que el Partido Democrático quedó en segunda posición con el 24,10 % de los votos.
Ambos partidos han logrado aglutinar gran parte del voto en sus respectivos ámbitos ideológicos.
Por parte de Fratelli d’Italia, ha logrado atraer a gran parte de los votantes de la Liga de Matteo Salvini y de Forza Italia de Antonio Tajani (el partido de Silvio Berlusconi).
El Partido Democrático, por su parte, ha concentrado el voto de sus principales competidores por la izquierda: el populista Movimento 5 Stelle y a los radicales de la Alleanza Verdi e Sinistra.
En el campo de la derecha, el cambio de tendencia es notable. No hace ni tres años resultaba impensable que Fratelli d’Italia llegara a gobernar. Hoy son el partido alfa de la derecha italiana, ostentan la presidencia del Consejo de Ministros y son uno de los pilares de la derecha conservadora de Europa.
El partido, por su parte, ha sabido adaptarse, se ha desecho del sambenito de partido heredero de los fascistas de Mussolini, ha renunciado al antieuropeísmo y antiatlantismo y se ha convertido en la principal fuerza de centro derecha de Italia, a pesar de la habitual etiqueta de «partido de ultraderecha» con que la atacan partidos y medios izquierdistas en Italia y en Europa.
Hoy, Meloni y sus Fratelli d’Italia son una opción de pacto para el Partido Popular Europeo y para su aspirante a presidir la Comisión Europea, Ursula von der Leyen.
Meloni se ha convertido en una voz reformista de la Unión Europea, pero sin renunciar al europeísmo. En el ámbito atlantista, se ha mostrado como una entusiasta partidaria de la OTAN y del apoyo a Ucrania.
En Israel, ha sabido aunar la solidaridad y el apoyo a Israel y a su derecho a la autodefensa frente al terrorismo, con iniciativas de ayuda humanitaria a la población civil gazatí, sin despertar por ello la ira del gobierno de Netanyahu.
Esta última medida, muy atacada por la oposición, ha sido refrendada por los votantes italianos en las elecciones europeas, además de despertar el interés de otros países de la Unión Europea para su implementación.
Meloni, que se presentaba como cabeza de lista por Fratelli d’Italia al Parlamento Europeo, ha aplicado un novedoso modelo en el ámbito de la derecha conservadora y patriótica, alejando clichés euroescépticos y populistas, y defendiendo sin estridencias propuestas tradicionales de la derecha, como la defensa de la vida, la defensa de la soberanía nacional de los estados miembro de la Unión Europea o el fortalecimiento de las fronteras exteriores.
Sus medidas le han permitido atraer gran parte del voto de centro derecha que, tradicionalmente, votaba a Forza Italia. Fratelli d’Italia ha recogido ahora el testigo, ha dejado atrás los lastres antisistema y se ha convertido en el principal partido de centro derecha en Italia y Europa.