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Meloni se enfrenta al reto de derrotar a su principal enemigo: la abstención electoral

Meloni se enfrenta al reto de derrotar a su principal enemigo: la abstención electoralAFP

Meloni quiere reinar en Europa, pero deberá exorcizar el fantasma de la abstención

El vértigo se instala en Fratelli d’Italia ante unas elecciones que se esperan ajustadas

Meloni afronta la hora de la verdad el día que se abren las urnas en Italia en las elecciones europeas. Unas elecciones que se han mostrado trascendentales en toda Europa, pese a la tradicional desidia con que las afrontan los votantes europeos.

Trascendentales por el contexto internacional y europeo –con la amenaza rusa del expansionismo militarista en Ucrania– pero también porque Meloni las ha convertido en unas elecciones existenciales para su futuro político.

La primera ministra italiana, que incluso decidió encabezar la candidatura europea de su partido, Fratelli d’Italia, tiene en Europa su gran proyecto político. Busca formar un gran bloque conservador en el Parlamento Europeo que rompa la tradicional coalición de populares y socialdemócratas en Europa y convertirse en decisivos en la formación de la nueva Comisión Europea.

Sus opciones de lograrlo son serias. La misma presidenta de la Comisión, la popular Ursula von der Leyen, se abrió a un posible pacto con Meloni y los conservadores en caso de ser necesario.

La líder de Fratelli d’Italia no quiere sustos y ha planteado una campaña personalista donde ha puesto sobre la mesa los grandes temas que la llevaron a la presidencia del Consejo de Ministros. Principalmente uno: la inmigración.

En un país particularmente expuesto a las mafias de tráfico de personas en el Mediterráneo, la lucha contra la inmigración ilegal y las mafias se ha convertido en un asunto capital para los votantes italianos.

Consciente de los choques pasados con Bruselas y con Francia por la cuestión migratoria, Meloni ha envidado con todo y el jueves se plantó en Albania, donde presentó el centro de internamiento de inmigrantes gestionado por Italia en suelo albanés.

Fruto de un acuerdo bilateral con Albania, Italia trasladará a esta estructura con capacidad para 36.000 personas al año a los solicitantes de asilo que rescate en el mar.

Permanecerán allí mientras se resuelven sus expedientes. Aquellos a los que se les conceda el asilo, podrán trasladarse a suelo italiano. A los que no, se les repatriará.

El viaje de Meloni a Albania tuvo claros elementos electoralistas, sobre todo porque no fue una inauguración del centro, ya que se inaugurará el 1 de agosto. Pero fue un movimiento inteligente en el contexto de las elecciones europeas.

Meloni sabe que tras años de crisis migratoria y de falta de soluciones serias procedentes de Bruselas, más allá de una obligación impuesta para acoger solicitantes sin límite, es una cuestión que da votos.

Pero es que, además, la presidenta del Consejo de Ministros de Italia presumió de que su medida sería la solución a la cuestión migratoria en toda la Unión Europea, y que su modelo ya se está estudiando en otros países para replicarlo.

Jaque a la abstención

Con todo, la estrategia parece arriesgada. ¿Busca Meloni con su visita a Albania movilizar a sus leales? No tiene sentido, ya que el votante de derechas está fuertemente movilizado y aglutinado en torno a Meloni.

¿Busca entonces atraer voto izquierdista? Es más absurdo todavía, ya que es una medida que ha causado auténtico rechazo e indignación entre los votantes de izquierda.

El verdadero objetivo de Meloni es el abstencionista, un fantasma que recorre Italia y que amenaza, precisamente a las opciones de derecha.

La abstención, señala la agencia Ansa, ha ido en aumento en las elecciones europeas desde el 2004.

En ese año, votaron en las elecciones al Parlamento Europeo el 71,7 % del censo electoral. En 2009 participó en la votación el 65 %. En 2014 el porcentaje de participación fue del 57,2 %. En 2019 volvió a bajar hasta el 54,5 %. En estas elecciones se estima que podría bajar del 50 %.

Fratelli d’Italia obtendría 22 escaños en la Eurocámara, la Lega 7, Forza Italia 7 y los regionalistas del Tirol del Sur se harían con un asiento.

En el bloque de izquierdas, el socialista Partido Democrático obtendría 19 asientos, el ultraizquierdista Movimento 5 Stelle 13, los Verdes 4 y los liberales (alineados con la izquierda) de Italia Viva + Europa, 3 escaños.

La otra encuesta publicada también ese día, de SWG, arroja resultados similares. En el bloque de derechas, Fratelli d’Italia obtendría entre 22 y 24 escaños, la Lega entre 6 y 7 y Forza Italia también entre 6 y 7 escaños.

En el bloque de izquierdas, el Partido Democrático sacaría entre 17 y 19 escaños, el Movimento 5 Stelle entre 11 y 13 escaños, los Verdes entre 3 y 4, los liberales de Azione entre ninguno y 4, y los también liberales de Italia Viva + Europa, entre ninguno y 4 escaños.

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