La otra elección en EE.UU. igual o más importante que la contienda Biden-Trump
Independientemente de quien se imponga en la elección presidencial del 5 de noviembre, hay otros resultados que determinarán el éxito de su Gobierno
Mientras todos los reflectores se centran en cada palabra de Donald Trump y en cada paso de Joe Biden hay otra contienda que definirá la presidencia de uno u otro político: la del control por el Senado de Estados Unidos.
El sistema presidencialista estadounidense asigna al Congreso y especialmente al Senado, bajo los principios de checks and balances (frenos y contrapesos) un poder con capacidad de frenar y en muchos casos inmovilizar al inquilino de la Casa Blanca.
En la revancha en curso entre Trump y Biden, pasa desapercibido que el control del Senado de Estados Unidos también está en juego en las elecciones de noviembre con un total de 34 asientos con lo que la actual mayoría demócrata está en peligro.
Los demócratas tendrán que defender 23 escaños, incluidos dos ocupados por independientes que forman parte de su bancada
Los de Biden actualmente tienen 51 de los 100 escaños del Senado frente a los 49 de los republicanos. Sin embargo, la mayoría de los asientos en juego en las elecciones de noviembre están ocupados por demócratas mientras el Partido Republicano tiene menos que perder y mucho que ganar independientemente de si Trump conquista o no la Casa Blanca.
Los objetivos prioritarios de los republicanos son Montana y Ohio, donde los senadores demócratas Jon Tester y Sherrod Brown han mantenido sus escaños durante varios mandatos y muestran un severo desgaste entre los votantes.
En el caso de Montana, el retador republicano es Tim Sheehy, un veterano de guerra de Irak y Afganistán lo que le valió ser condecorado con la Medalla del Corazón Púrpura, la máxima distinción otorgada por el presidente de los Estados Unidos a quienes resultan heridos o muertos en servicio al país.
El retador republicano en Ohio es un hispano que representa el «sueño americano», Bernardo Moreno, nacido en Bogotá y convertido en ciudadano estadounidense a los 18 años después de que su familia emigrara a EE.UU. Ahora, Moreno es un millonario empresario tecnológico.
Jacob Rubashkin, de Inside Elections, dijo al portal Washington News Bureau que los demócratas deben tener en cuenta lo reñidas que estuvieron las dos últimas elecciones presidenciales a la hora de planificar cómo conservar su mayoría en el Senado.
«Los demócratas están jugando a la defensiva no solo en los estados que ganó Donald Trump en 2020», dijo Rubashkin, señalando que el expresidente Trump ganó en Ohio y Montana. «[Los demócratas] también están a la defensiva en una gran cantidad de estados que estuvieron muy cerca a nivel presidencial, tanto en 2016 como en 2020, y tal vez incluso en algunos estados en los que a los republicanos les fue bien con el reclutamiento de candidatos» en lugares donde no les irá bien a nivel de voto presidencial.
Lo cierto es que los demócratas ya se están preparando para una derrota en Virginia Occidental, un estado que Trump ganó por casi 39 puntos en 2020. El senador demócrata Joe Manchin anunció que no se presentará de nuevo al cargo allanando el camino para una victoria republicana en noviembre.
De acuerdo con el Washington News Bureau, la única posible victoria para los demócratas estaría en Texas, donde el senador republicano Ted Cruz se postula para su tercer mandato y se enfrenta en una reñida carrera contra el congresista Collin Allred, un abogado y carismático exjugador de fútbol americano.
Allred se impuso cómodamente en las primarias demócratas en marzo y los demócratas confían en el triunfo del exjugador de la NFL quien ya ganó un escaño en la Cámara de Representantes del área de Dallas en 2018.
Según las encuestas Allred está a 6 puntos de Cruz, mientras Biden está a 11 de Trump
Una encuesta publicada en abril por el Wall Street Journal, no mostraba un claro favorito a nivel presidencial en Nevada, Pensilvania, Michigan y Wisconsin, pero en Arizona, Trump lograba una ligera ventaja. Por tanto, los republicanos tienen una buena oportunidad de cambiar estos escaños en el Senado, pero no son tan fuertes como sus posibilidades de ganar en Virginia Occidental, Montana y Ohio.
En Nevada precisamente, Trump respaldó la semana pasada al capitán retirado del ejército Sam Brown en la carrera por el Senado. El expresidente republicano señaló en su red Truth Social que Brown era un «patriota americano sin miedo» y destacó su medalla de Corazón Púrpura. También dijo que el exmilitar «luchará incansablemente» por varias de sus prioridades, incluida la seguridad fronteriza y el crecimiento de la economía.
Si bien el mapa del Senado favorece al Partido Republicano, los demócratas sostienen que sus candidatos están bien posicionados para superar los votos que pueda cosechar el propio Biden. Los republicanos, por su lado, han trabajado para reclutar candidatos que puedan financiar al menos parcialmente sus propias elecciones. En todo caso, la batalla apenas comienza.