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Charles Michel y Ursula von der Leyen, en la sed del Consejo EuropeoAFP

El último intento de Charles Michel para torpedear la reelección de Von der Leyen: un nuevo nombre en juego

Sin hacerlo de manera oficial, el presidente del Consejo sostiene que el primer ministro griego sería un buen sustituto para la Comisión

Parecía que reinaba la calma entre Charles Michel y Ursula von der Leyen durante los últimos meses. Una especie de tregua se había implantado en Bruselas para terminar la legislatura, pero la llegada de la campaña electoral hizo saltar por los aires la falsa paz y el proceso de reelección de la alemana ha provocado que rebroten las rencillas. El entorno del presidente del Consejo Europeo maniobra cada día que pasa para tratar de torpedear el segundo mandato de Von der Leyen.

Michel reemprendió la guerra con críticas bastante duras a la gestión de Von der Leyen en plena campaña, para tratar de restarle votos. La alemana respondió con silencio, al igual que cuando el presidente del Consejo filtró que no quería invitarla a la cena de los líderes de Estado de la Unión que tendrá lugar el lunes en Bruselas. La respuesta de la Comisión fue respeto institucional, aunque sí reconocieron abiertamente que les gustaría ser invitados, pero que era «competencia del Consejo».

Hasta última hora no se sabrá si Von der Leyen acude o no a la cena con el resto de líderes, donde Charles Michel no quiere que esté para que no pueda influir en su favor durante las negociaciones, ya que la considera parte implicada. Lo que sí se sabe ya es el nuevo nombre que ha entrado a jugar en esta partida de ajedrez tan peculiar en la que se ha convertido la elección de los altos cargos de la UE.

Charles Michel habla entre despachos de proponer al primer ministro griego, Kyriakos Mitsotakis, como sustituto de Von der Leyen, para que forme una dupla con la danesa Mette Frederiksen al frente del Consejo Europeo. De esta forma, cubriría la representación del Partido Popular Europeo con la presencia del heleno y la de los socialdemócratas con Frederiksen, además de suplir el problema de la igualdad de género, ya que es inviable hoy día en Bruselas que dos hombres vayan a ocupar los máximos puestos de la UE.

El movimiento tiene poca viabilidad, ya que son dos líderes en ejercicio, e incluso lo niega la versión oficial del propio Consejo, donde aseguran que Michel está teniendo conversaciones con todos los mandatarios y que no se ha hablado de «nombres concretos».

De llevarse a cabo, rompería el único consenso que parece haber sobre los altos cargos de la próxima legislatura, que no es otro que colocar a António Costa como presidente del Consejo Europeo después de su acelerada salida del Gobierno en Portugal. El luso tiene el beneplácito de los socialistas y no es visto con malos ojos por los populares.

El resto de cargos a repartir parece todavía una incógnita, aunque Von der Leyen parte con ventaja a la hora de lograr un segundo mandato en la Comisión, por mucho que Charles Michel trate de torpedearlo. El lunes se reunirán los líderes de los Estados de la Unión, con la intención de poner nombre también al presidente del Parlamento y al responsable de la política exterior comunitaria. Mientras tanto, todo en Bruselas serán nervios y rumorología.