La vendetta de Charles Michel con Von der Leyen: quiere vetarla en las negociaciones sobre los altos cargos
El presidente del Consejo es quien invita a los líderes a la cena informal del lunes 17 y podría dejar fuera a la alemana, aunque la idea no gusta al resto de socios
No es ningún secreto que la relación entre Ursula von der Leyen y Charles Michel no ha sido precisamente plácida durante estos cinco años. Las tiranteces han sido continuas a lo largo de toda la legislatura y la tensión se palpaba cuando surgían temas como el conflicto de Gaza. El belga ha aprovechado cualquier oportunidad para lanzar pullas contra la presidenta de la Comisión Europea y ni siquiera durante la campaña respetó la neutralidad institucional inherente al cargo que ostenta y atizó a la alemana en una entrevista.
Según Michel, el trabajo que ha realizado al frente del Ejecutivo comunitario durante los últimos cinco años no ha sido el correcto. La Comisión Europea debe velar, en su opinión, por el bien del conjunto de la Unión Europea y no le debe temblar la mano a la hora de abrir investigaciones contra los países miembros, aunque ello conlleve tener malas relaciones con los líderes de Gobierno. El que fuera primer ministro belga considera que Von der Leyen siempre prioriza sus relaciones con los líderes de Estado –especialmente con algunos– por encima de su trabajo como presidenta y por eso ni es su favorita ni lo será nunca.
La alemana intenta ahora negociar su reelección al frente de la Comisión. La victoria del Partido Popular Europeo en las urnas la convierte en firme candidata a otro mandato, pero Michel tratará de poner todos los palos en las ruedas que pueda para evitarlo. De momento, tiene la intención de vetar su presencia en las negociaciones y para ello está meditando no invitarla a la cena informal en la que se reunirán los líderes de la UE el próximo lunes.
Es competencia del presidente del Consejo Europeo convocar a los mandatarios de los estados miembros cada vez que hay una reunión al igual. Sin embargo, Von der Leyen se encuentra ahora mismo entre dos aguas, con su primer mandato vencido y con el segundo aún sin confirmar, por lo que Michel podría dejarla fuera de la cena si considera que no se encuentra en ejercicio y que, además, es parte implicada en los temas a tratar.
Sería el golpe definitivo del belga para con la alemana y una decisión muy polémica si finalmente la acaba tomando, pero Charles Michel tampoco tiene nada que perder, ya que, aunque Von der Leyen fuera reelegida, él dejará el Consejo en diciembre y no tendría que convivir con ella. Pero su idea no ha sentado demasiado bien en el seno de los líderes europeos, que creen que se mueve por intereses personales, por lo que probablemente no la termine llevando a cabo.
Con Von der Leyen o sin ella, Sánchez, Scholz, Macron, Meloni, Tusk, Mitsotakis y el resto de sus homólogos tratarán de ponerse de acuerdo para proponer un candidato a presidir la Comisión Europea, la pieza clave de la UE. En paralelo, tendrán que elegir también al presidente del Parlamento, al presidente del Consejo y al hombre o la mujer que maneje la política exterior de la Unión durante los próximos cinco años. A la hora de poner nombre a cada cargo, se tendrá en cuenta el resultado electoral pero también se verá reflejada la diversidad de la UE en cuanto a geografía, tamaño de los países, género y afiliación política de los candidatos.