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Jordan Bardella, presidente de Agrupación Nacional y delfín de Marine Le Pen

Jordan Bardella, presidente de Agrupación Nacional y delfín de Marine Le PenDimitar Dilkoff / AFP

Primera vuelta de las elecciones legislativas

Francia da un vuelco histórico y deja a Agrupación Nacional a las puertas de una mayoría absoluta

El presidente francés Enmanuel Macron no parece cómodo con la idea de cohabitar con Jordan Bardella, quien está más cerca de convertirse en primer ministro

Agrupación Nacional, presidido por el joven Jordan Bardella y liderado por la veterana Marine Le Pen han sido los claros ganadores de la noche electoral del domingo empujando al 'macronismo' a un tercer puesto y enfrentado con la extrema izquierda.

Agrupación Nacional encabeza casi 300 de las 577 circunscripciones (que corresponden a un diputado cada una), algo nunca visto en la historia democrática de Francia. La alianza izquierdista Frente Popular lidera 133 y la coalición del presidente francés, Emmanuel Macron, la mitad, 61.

Aunque no todo está dicho, a espera de una segunda vuelta el próximo domingo 7 de julio, muchas cosas ya han cambiado tras los resultados de ayer. Macron, quien al convocar por sorpresa estas elecciones equiparó al mismo nivel Agrupación Nacional con el bloque izquierdista del Nuevo Frente Popular, pidió tras los resultados «una unión claramente democrática y republicana para la segunda vuelta» para detener el avance de la agrupación de Le Pen.

Macron no parece cómodo con la idea de cohabitar con Bardella quien, tras celebrar la «inapelable» victoria de su partido, señaló: «Respetaré la Constitución y la función del presidente de la República, pero seré intransigente acerca de la política que pongamos en marcha al servicio de Francia y los franceses».

Para el próximo día 7 de julio «la elección está clara», prosiguió con contundencia Bardella, y será entre la «alianza de lo peor, que conducirá a la ruina, o la unión nacional que restablecerá la seguridad y defenderá el trabajo».

Por su parte, Marine Le Pen, pidió una «una mayoría absoluta» que no deje otra posibilidad a Macron, que nombrar a Bardella, primer ministro de Francia.

A pensar de una clara ventaja en la mayoría de la circunscripciones, muchos escaños no están adjudicados todavía –al no superar el 50 % de los votos– por eso Le Pen sabe que «nada está ganado de antemano» y que todavía tienen que asegurar la mayoría absoluta de 289 escaños para investir a Bardella. Para lograrlo y ampliar aún mas su base electoral aseguró que «los derechos (de las personas) están garantizados y, en cuanto sea posible, otros derechos nuevos se crearán».

Izquierda de tendencia violenta

Durante la campaña, Bardella y Le Pen advirtieron sobre el riesgo de que Francia cayese en manos la Nupes (coalición de extrema izquierdas ahora llamada Frente Popular) que tiene «tendencias violentas».

Precisamente, grupos de extrema izquierda, que les resulta difícil –por no decir imposible– aceptar los resultados electorales cuando no les benefician, se manifestaron violentamente anoche en Lyon y Nantes.

Macron parece haber caído en su propia trampa y entre los miles de manifestantes «antifascistas» que se congregaron en la plaza de la República de París para protestar por el triunfo de Agrupación Nacional, se escucharon exigencias a los macronistas para que se se sacrifiquen para frenar a la «ultraderecha».

«Desde el 2002, siempre que ha habido una segunda vuelta contra la ultraderecha, la izquierda ha bloqueado a los ultras, votando listas conservadoras que no nos gustaban. Ahora que es al revés, no vemos un mensaje tan claro para que nos voten», dijo a Efe Rebeca, una joven francesa.

La participación en los comicios de ayer alcanzó el 66 %, la cifra más elevada en una primera vuelta en elecciones legislativas desde 1981, en una muestra del gran interés y la polarización que han generado esta convocatoria y en un anticipo de lo que puede suceder el próximo domingo cuando los franceses deben regresar a las urnas.

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