Elecciones en Irán
Masud Pezeshkian, el único candidato reformista autorizado, gana las presidenciales en Irán
Pezeshkian, que promete intentar mejorar las relaciones con Occidente, obtuvo más de 16 millones de votos frente a los 13 de su rival Jalili
El reformista Masud Pezeshkian, que aboga por mejorar las relaciones con Occidente, se impuso en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales en Irán frente al ultraconservador Said Jalili, informó el Ministerio del Interior.
Pezeshkian obtuvo más de 16 millones de las más de 30 millones de papeletas escrutadas y su rival Jalili suma más de 13 millones de sufragios, de acuerdo con el portavoz de la autoridad electoral Mohsen Eslami.
La participación electoral se situó en 49,8%, según el portavoz.
«El camino que tenemos por delante es difícil. Sólo será fácil con su cooperación, empatía y confianza. Les tiendo la mano», dijo el reformista Pezeshkian en la red social X tras su victoria.
Unos 61 millones de electores estaban llamados a las urnas para la segunda vuelta entre Pezeshkian y Jalili, después de que la primera ronda celebrada la semana pasada estuviera marcada por una participación históricamente baja.
Estos comicios, anticipados tras la muerte del presidente ultraconservador Ebrahim Raisi en un accidente de helicóptero el 19 de mayo, se desarrollaron en un contexto de descontento entre la población por la crisis económica debido a la presión de las sanciones occidentales.
Más información
En la primera vuelta, Pezeshkian, que es el único reformista que fue autorizado a concurrir, obtuvo un 42,4% de los votos, por delante del 38,6% de Jalili.
El líder supremo de la República Islámica, el ayatolá Ali Jamenei, que ejerce la máxima autoridad, pidió una mayor participación en la segunda vuelta, subrayando la importancia de las elecciones.
Pezeshkian es un médico de origen azerí de 69 años que afirma su lealtad a la República Islámica, pero defiende un acercamiento entre Irán y los países occidentales, con Estados Unidos a la cabeza, para levantar las sanciones que están lastrando a la economía.
Cuenta con el apoyo de varios expresidentes, como el reformista Mohammad Jatami y el moderado Hasan Rohani.
Por su parte Jalili, de 58 años, es conocido por ser partidario de aplicar una política inflexible frente a las potencias occidentales, una postura que demostró cuando fue negociador del programa nuclear iraní.
Recibió, entre otros, el apoyo del presidente conservador del Parlamento Mohammad-Bagher Ghalibaf, que llegó en tercera posición en la primera vuelta con 13,8% de los votos.
Baja participación
La participación en la primera vuelta, hace una semana, fue de 39,92%, su nivel más bajo en 45 años de República Islámica.
Jamenei admitió que la participación «no fue la esperada» en la primera vuelta, pero afirmó que este comportamiento no constituye un acto «contra el sistema».
Las elecciones presidenciales estaban previstas inicialmente para 2025, pero se adelantaron por la muerte de Raisi.
Los candidatos que compitieron en la segunda vuelta celebraron dos debates en los que expusieron sus visiones sobre los problemas económicos, las relaciones internacionales, la baja participación electoral y las restricciones a internet.
Los debates
En uno de los debates, los contendientes expresaron su consternación por la baja participación en la primera vuelta.
Pezeshkian afirmó que la población está «harta de sus condiciones de vida (...) e insatisfecha con la gestión del gobierno».
Ali, un universitario de 24 años que pidió ser identificado sólo con su nombre de pila, expresó que apoya a Pezeshkian, ya que cree que trabajará para «abrir el país al resto del mundo».
En cambio, para Mariam Narui, una mujer de 40 años que habló durante un mitin de campaña esta semana, Jalili es «la mejor opción para la seguridad del país».