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Joe Biden con el reverendo Ernest Morris, durante un oficio religioso en Filadelfia.AFP

Estados Unidos

Biden soporta la presión para que se retire y vuelve a la campaña en una semana crucial

El presidente de Estados Unidos despliega una agenda completa de viajes por el interior del país con el objetivo de recuperar el terreno perdido

Joe Biden, parece ajustarse al «Manual de resistencia», de Pedro Sánchez. El presidente de Estados Unidos regresa a la campaña electoral desesperado por salvar su candidatura a la reelección mientras dirigentes demócratas de alto nivel se reúnen para discutir las crecientes llamadas a que abandone la carrera por la Casa Blanca.

El mandatario de 81 años, como recuerda Afp, comienza una semana agotadora con dos mítines en el estado de Pensilvania, antes de ser anfitrión de la cumbre de líderes de la OTAN en Washington y seguir con una agenda de viajes por el interior del país.

Lo hará bajo una mirada cada vez más implacable, a medida que aumenta la presión para que abandone su cargo después de que su desastroso debate contra Donald Trump del mes pasado desatara el pánico sobre su edad y su aptitud para asumir la presidencia otros cuatro años.

Desafiante

Biden se ha mantenido desafiante, declarando inequívocamente (en un mitin, ante periodistas y en las redes sociales) que está en condiciones de ocupar el cargo, sosteniendo que es el único que puede derrotar a su rival republicano Trump.

«Vencí a Trump en 2020. Voy a volver a vencerlo en 2024», publicó este fin de semana en la cuenta de su campaña en las redes sociales.

Pero una entrevista televisada con ABC News el viernes no logró calmar las preocupaciones.

La cita de la OTAN

Su próxima gran prueba ante la opinión pública será una conferencia de prensa prevista para el jueves, durante la cumbre de la OTAN.

Hasta ahora, cinco legisladores demócratas han pedido a Biden que se retire, pero la tendencia crece.

El líder de la minoría de la Cámara de Representantes, Hakeem Jeffries, ha programado una reunión virtual de diputados demócratas de referencia para el domingo para discutir el mejor camino a seguir y, según se informa, el senador Mark Warner está trabajando para convocar un foro similar en la Cámara Alta.

La primera dama Jill Biden, quien, según algunos informes de los medios estadounidenses, está instando a su marido a permanecer en carrera, tiene previsto hacer campaña en Georgia, Florida y Carolina del Norte el lunes.

Sin embargo, después de las manifestaciones del domingo en Filadelfia y Harrisburg, el presidente tendrá que alejarse de la campaña para participar en la cumbre de la OTAN, que comienza el martes.

También allí deberá tranquilizar a sus aliados en un momento en que muchos países europeos temen una victoria de Trump en noviembre.

El republicano de 78 años critica hace mucho tiempo a la OTAN como una carga injusta para Estados Unidos, ha expresado su admiración por el presidente ruso Vladimir Putin e insistió en que podría lograr un rápido fin de los combates en Ucrania, invadida por Moscú en febrero de 2022.

Por ahora, los pesos pesados demócratas están manteniendo a raya cualquier descontento latente con su líder, al menos en público.

Cuatro meses para las elecciones

Pero a sólo cuatro meses del día de las elecciones, cualquier medida para reemplazar a Biden como candidato debería realizarse más temprano que tarde.

Mientras tanto, para el presidente y su equipo de campaña, la estrategia parece ser aguantar la situación.

La campaña ha presentado un intenso plan de batalla para julio, que incluye una avalancha de anuncios televisivos y viajes a todos los estados clave.

Ello incluye una visita al suroeste del país durante la convención republicana del 15 al 18 de julio, en la que Trump será ungido oficialmente como el candidato presidencial del partido.

En lo que se había anunciado como una entrevista decisiva con ABC News el viernes, Biden desestimó rotundamente su caída en las encuestas y las preocupaciones sobre su aptitud física y mental provocadas por su sombría actuación del 27 de junio en el debate con Trump.

El mandatario culpó de su mal desempeño a un resfriado rebelde e insistió en que se trató simplemente de una «mala noche».

No obstante, sus críticos afirman que, cuando está lejos de un teleprónpter, Biden muestra dificultades para comunicarse.

Algunas de sus respuestas fueron vacilantes, vagas y difíciles de seguir, incluso cuando intentó sortear las preguntas sobre su agudeza mental y descartó la idea de que su partido considerara reemplazarlo.

«Si el Señor Todopoderoso bajara y dijera: 'Joe, retírate de la carrera', yo me retiraría de la carrera», dijo. «Pero el Señor Todopoderoso no va a bajar».