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Zoé ValdésElecciones legislativas francesas
París

Francia, hundida

Es evidente que la cultura de partidos tradicionales con sus ideas ha acabado, probablemente debido a la ruptura de los ciudadanos con las élites, los primeros han demostrado interesarse más en la política que los políticos mismos

Los resultados electorales ponen a Macron contra las cuerdasAFP

Desde 1978 no ocurría nada igual, el nivel de ingobernabilidad en Francia pudiera ser un hecho devastador en caso de que el partido de Marine Le Pen y Jordan Bardella, Reagrupamiento Nacional (RN), no ganase la mayoría absoluta. Más de 210 desistidos convocados para hacerles barrera no les facilitarían su entrada como triunfadores. Lo que sí, por el contrario, beneficiaría al comunista Jean-Luc Mélenchon y su anhelo de desestabilizar el país y doblegarlo hacia el extremo, liderando no sólo el Nuevo Frente Popular (NFP) sino también una Francia sometida.

Sin esos desistidos, manipulados en su gran mayoría desde la presidencia misma que en un pis pas ha pasado de ser de centro a convertirse a la ultra-izquierda, RN habría logrado más de 300 puestos, o sea, mayoría absoluta en la Asamblea Nacional.

Lo cierto es que el destino más inminente de Francia se juega entre dos veredas muy distintas: el desorden populista representado por la ultraizquierda islamista y antisemita, o la alternativa contestada bajo un orden elemental que, pésele a quien le pese, respeta la Constitución, las instituciones y la democracia.

Sería deshonesto ignorar la verdad, y peor, despreciarla, con tal de que no se extienda esa idea falsa y demodé de que la derecha representa la traición. ¿Traición a qué? En todo caso significaría el fracaso de un modelo social antojadizo y déspota que desde François Mitterrand viene haciendo estragos hasta llegar a donde hemos llegado con Emmanuel Macron, que ojo, no ha sido el peor, el peor a mi juicio fue François Hollande, inclusive si viendo lo que hay como políticos en el panorama actual se llegue a echar de menos al Mitterrand del primer mandato.

Dispositivo de seguridad

30 mil policías desplegados intentarán mantener el orden; los comerciantes temen la debacle y se preparan para lo peor.

«Recemos a la Virgen María, que siempre ha protegido a Francia, a Nuestra Dame des Lumières!», pronuncia una señora en voz alta al salir del buró de votación de Quincy-sous-Sénart. Puedo imaginar por quién ha votado, ha votado anticomunista. Ha votado por todas las víctimas del islamo-comunismo que suman a niños descuartizados, violados, apuñalados, adolescentes sacrificadas, sacerdotes degollados en sus templos, profesores decapitados, a un padre católico asesinado delante de sus hijos al salir de la escuela. Francia vota hoy por perderse todavía más en el desbarajuste y la anarquía o por reencontrarse consigo misma, con sus valores, con sus ideas, con sus necesidades.

¿Una «Asamblea Plural» tal como la estima el primer ministro Gabriel Attal? ¿Qué haríamos con esa Asamblea Plural en medio de una Francia caótica? Debieran dejar de una buena vez de expresarse mediante consignas parisinas que sólo han conducido a la incomprensión del resto de los ciudadanos de los que con frecuencia se olvida que votan por y desde el país y no solamente por y desde una capital con sus turbios brillos. Se podría pasar de una crisis política a una fuerte y perdurable crisis institucional, como también ya se ha manifestado.

Los franceses vieron y comprendieron que sus votos pueden cambiar las cosas y fueron a votar

Pregunto a varias personas que acaban de votar: ¿por qué cree que la participación a esta hora resulta tan alta en general? Responden casi al unísono que los franceses vieron y comprendieron que sus votos pueden cambiar las cosas. Estas elecciones son más emocionales que políticas, reiteran. No ha habido casi tiempo para el análisis y la reflexión.

No obstante, en los suburbios, en Seine Saint-Denis, la participación ha sido baja con relación a la primera vuelta, 12%, lo que puede deberse a que, viviendo allí mayormente familias de inmigrantes con niños, se han ido de vacaciones a sus países de origen, dado que compraron los billetes de avión con adelanto.

También, curioso, en la 16ème circunscripción donde se residen gran número de familias acaudaladas la participación a las 17h es de 14%, tal vez porque de su lado se han marchado a sus residencias secundarias en el sur del país donde podrían haber votado.

Los territorios de ultramar

En ultramar, Guyana, Martinica, Guadeloupe, Polinesia francesa, arrasa la izquierda, pese a que en primera vuelta existió alguna holgada posibilidad para el RN.

El presidente decide organizar una reunión en el Palacio del Elysées con el gobierno en pleno, lo que algunos consideran apresurado, y otros dan como una presunta ventaja absoluta de Jordan Bardella. En ese caso quedaría una mayoría hostil al presidente; en segundo escenario, una gran coalición con proyecto indescifrable, ergo país ingobernable.

Participación a las 20.00 de un 67%

Elecciones cargadas de simbolismos varios, retroactivos, manipulación por parte de la prensa oficialista y de la mayoría gubernamental, en medio de los Juegos Olímpicos, resultarán significativas inmersas en el escenario de una época pusilánime. No se puede excluir un bloqueo del país, una crisis hasta ahora con características desconocidas y cuyas predicciones serían imposibles de definir.

El fondo del problema reside en que existen tres bloques y dos de ellos se muestran irresolutos, fluctuantes, y aunque populista uno de ellos (LFI), antipopulares ambos (LFI, NFP). Es evidente que la cultura de partidos tradicionales con sus ideas ha acabado, probablemente debido a la ruptura de los ciudadanos con las élites, los primeros han demostrado interesarse más en la política que los políticos mismos.

Caen resultados definitivos a las 20h y son los siguientes: Nuevo Frente Popular 180 aa 210, Ensemble y DVC 155 a 175, Los Republicanos y DVD 46 a 56, Reagrupamiento Nacional,135 a 155, otros 15 a 25. Francia ingobernable en manos de los islamo-comunistas antisemitas.