Angélica Garrido, expresa política cubana: «El castrismo es satánico, pero ha entrado en su fase descendiente»
Angélica Garrido tiene 44 años, profesa la religión protestante, es informática y especialista en gastronomía. El pasado 10 de julio fue liberada tras cumplir íntegramente los tres años a los que fue condenada tras participar en las protestas de 2021. Su hermana María Cristina permanece entre barrotes, pues le cayeron siete años.
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«Gracias al Señor me encuentro bien, física y espiritualmente», explica a El Debate. El peor momento fue cuando cogió el virus del Oropouche. «Me puse muy mal, treinta diarreas en solo dos días, fiebre altísima, vómitos, en el establecimiento no hay medicamentos ni termómetro. Entonces, ayudándonos, como hacemos las reclusas, también la visita de mi esposo, que me trajo unas sales de deshidratación oral y haciendo reposo, me fui restableciendo poco a poco. Pero sigo teniendo el decaimiento que todavía lleva reposo».
Garrido se recupera principalmente a través de la oración, «dándole gracias al Señor todos los días porque ha llegado el día de mi cumplimiento, y pidiéndole por mi hermana y por los presos políticos que aún quedan en las cárceles de Cuba. Pero estoy muy firme: hemos alcanzado mucha visión o mucha fortaleza durante todo este tiempo que he estado en cautiverio».
–¿Cómo le comunicaron su liberación?
–Sabíamos que era el 10 de julio por la denegación de la libertad condicional, que se me declinó diciendo que era hasta el cumplimiento [íntegro], sin día de beneficio. No me otorgaron nada. Me lo comunicó la directora del establecimiento: se reunió conmigo y me dijo que el 10 me iba, solo que tenía que esperar el visto bueno de la Seguridad del Estado, que estaba viendo mi caso.
–Cuando llegó el día…
-Se volvió a reunir conmigo, pidiéndome que mantuviera en la calle la misma conducta que en prisión. Uno dice: bueno, si ustedes están afirmando que mi conducta en prisión fue positiva, ¿cómo es posible que no me hayan dado los meses de estímulo para rebajar la s sanción, como han hecho con los demás presos? Pero bueno, se lo agradezco. Al final, me dieron ese documento en el que me decían que se extinguía la sanción. Al salir, me esperaban mi esposo y mi hijo.
–¿Conducta positiva?
–Quiero decir, apartando la parte política. Porque saben que con la parte política soy muy exacta y extremista, en el sentido de mi posición. Me refiero a lo que es el respeto a la disciplina, por supuesto, que fui intachable, demostrando nosotros, los presos políticos, que no somos delincuentes, sino personas sanas y preparadas.
–¿Ha potenciado la estancia en prisión sus convicciones democráticas?
–Por supuesto: allí jamás participe en nada que tuviera vinculación con el comunismo y la manera de pensar de ellos. Hasta el punto de que nosotras nos plantamos, yo misma estuve 63 días en una celda -donde solo se pueden estar 10- sin querer ponerme el uniforme de reclusa.
Jamás participe en nada que tuviera vinculación con el comunismoExpresa política cubana
–Y alguna anécdota más.
–Recuerdo que estaban haciendo un censo y obligando a todas las reclusas a participar en la escuela. Tomé una hoja en blanco y escribí: «Yo, Angélica Garrido, no me considero parte de la población penitenciaria, soy presa política y de conciencia, injustamente, por delitos que no cometí, fabricados por la Seguridad del Estado». Tomaron medidas disciplinarias. Se excedieron. Suelen tomar una sola medida, conmigo tomaron tres: me quitaron la visita familiar, el teléfono por dos meses y también me privaron del pabellón conyugal.
–¿Ya tenía experiencia de activismo en la oposición antes del 11 de julio de 2021?
–De manera práctica, no. Teórica: pasaba con mi hermana cursos de democracia en casa de mis padres. Mi nacimiento como opositora activa surgió dentro de prisión, enviando audios en lo que denunciaba todo lo que nos estaban haciendo.
–¿Viene de una familia anticastrista?
–Sí, cómo no: mi mamá fue víctima del comunismo desde que era joven. Cuando empezaron a mandar a gente al exilio en el episodio del Mariel, se negó a participar en las manifestaciones en las que se agredía a los que pensaban diferente, le amenazaron diciéndole que se callara la boca, que iban a montarla en un barco y dejar a sus dos hijas aquí.
Desde ese momento fue víctima de la tiranía: hasta dos atentados quisieron hacerle. Nunca hemos sido comunistas: nunca nos afectó ese adoctrinamiento desde la niñez. Sin síndrome de Estocolmo. Estábamos vacunadas contra eso. Desgraciadamente, mi madre no pudo verme ahora en libertad, no pudo aguantar tanta tristeza.
–¿Y su padre?
–Mi padre también fue preso por leer la Biblia y predicar la Palabra y también las Umap, [Unidades Militares de Ayuda a la Producción, campos de trabajo forzoso durante el primer castrismo], a las que destinaban a homosexuales y cristianos.
Mi padre fue preso por leer la Biblia y predicar la PalabraExpresa política cubana
–¿Piensa retomar la actividad opositora?
–Por supuesto que volvería a salir de manera digna y honorable como hice aquel 11 de julio de 2021 con mi hermana María Cristina. Hay varías vías para ejercer nuestros derechos, sin necesidad de ofender o agredir. No he dejado nada: seguiré levantando la voz mientras existan injusticias en Cuba y exista el comunismo.
–¿De qué manera describiría el castrismo de los últimos cinco años?
–Todo este sistema satánico –el comunismo es un sistema materialista satánico– ha intensificado la represión, las injusticias: sacan a cada rato leyes astutas que matan constantemente la Justicia, como dice José Marti, nunca han tenido moral. No saben qué hacer: el pueblo está despertando y ellos intensificando todas las cosas negativas, malas y perversas contra el pueblo de Cuba. Es algo satánico y terrible.
En un día no muy lejano, Cuba será libreExpresa política cubana
–Con todo, ¿está el castrismo en su fase descendiente?
–Sí, por supuesto: lo demuestran las circunstancias y los hechos. Es como un termómetro medidor, como en aquellas dictaduras que cuando se ponen más recias es que les queda poco. Es un hecho. Pero sigo optimista: la esperanza nunca la pierdo, porque tengo mucha fe en mi Señor, que es el Dios de Justicia. La mentira no se puede sostener todo el tiempo. La verdad está saliendo a la luz gracias a nuestros testimonios. Le hemos puesto la otra cara, la que ellos esconden al mundo, la de las prisiones en Cuba. En un día no muy lejano, Cuba será libre.