Francia se enfrenta a su primer desafío político: elegir al presidente de la Asamblea Nacional

La Asamblea Nacional francesa, fragmentada en tres grandes grupos (izquierda, centro y derecha conservadora ), inició este jueves una tensa legislatura cuyo primer desafío es la elección de la Presidencia de la Cámara Baja, en la que hasta al menos cuatro candidatos tienen opciones de vencer, y que podría influir en la formación de un nuevo Ejecutivo.

Sobre el papel, André Chassaigne, del Nuevo Frente Popular (NFP) –coalición de izquierdas–, es el favorito por ser el candidato del grupo mayoritario en la Cámara Baja, con cerca de 200 diputados del total de 577, por delante de los del presidente francés, Emmanuel Macron, (unos 160) y la líder de Agrupación Nacional (RN), Marine Le Pen (140).

Sin embargo, algunas de las principales figuras del NFP temen que los macronistas pacten con Le Pen para conseguir la presidencia de la Asamblea Nacional. El presidente del Partido Socialista, Olivier Faure, ha alertado de lo que considera sería un «atraco», mientras que la líder de la bancada parlamentaria de La Francia Insumisa, Mathilde Panot, ha denunciado que, en tal caso, el presidente Macron estaría dando una suerte de «golpe antidemocrático», según recoge la prensa francesa.

«La lógica política dictaría que quien gane será alguien del Nuevo Frente Popular», ha señalado Faure, recordando que la alianza de izquierdas es, con 182 diputados, el principal bloque en la Cámara Baja tras las recientes elecciones legislativas.

Macron disolvió la Asamblea Nacional y convocó de manera anticipada elecciones legislativas después de la victoria de RN en las elecciones europeas del 9 de junio. Los comicios a dos vueltas dejaron un hemiciclo fragmentado, en el que ningún partido o coalición obtuvo la mayoría absoluta de 289 diputados.