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El expresidente de Colombia Andrés Pastrana y el actual presidente Gustavo PetroTwitter

La política de Colombia en peligro

Pastrana responde a Petro en El Debate: «Me ha denunciado por opinar»

En conversación con este periódico nos asegura como pretenden solapar su poder para hacer oposición

Andrés Pastrana, presidente de Colombia de 1998 a 2002 y como destacada figura del Partido Conservador Colombiano, nos aclara la compleja situación político-judicial que vive en primera persona dentro de su país: «Es el primer caso en la historia de Colombia que un presidente en ejercicio demanda a un expresidente sólo por opinar».

En referencia a las denuncias encubiertas que Gustavo Petro, presidente de Colombia desde el 7 de agosto de 2022, ha interpuesto al exmandatario. Su familia y él se enteraron de esta demanda inventada a través de la página web oficial de la rama judicial. Por lo que han solicitado que se haga pública de inmediato.

Nos resume el entuerto de tensión y enrevesamiento de la política en esta nación hispanoamericana de 52 millones y más del doble en extensión de España: «Petro siempre nos ha acusado de aplicar el lawfare -instrumentalización de la Justicia- en su contra, pero precisamente es lo que él hace conmigo para ir en detrimento del centroderecha», sentencia. El importante Grupo Libertad y Democracia, formado por expresidentes de prestigio, hacia un comunicado condenando «abierta y públicamente la judicialización de la política que se quiere imponer por parte del Gobierno colombiano».

El histórico político nos narra cómo «se quebrantan tres derechos fundamentales, registrados no solamente en la Constitución Política de Colombia sino también por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH)». «Violan el derecho a la libertad de expresión, a la libertad de pensamiento y el derecho a la libertad para hacer oposición», constata a este periódico. Tal y como opina el caso posee visos incomprensibles: «Un presidente que demanda otro expresidente por opinar es un claro ataque a la libertad de expresión».

La demanda de Petro, por vía penal, la usa para contrarrestar las opiniones de Pastrana al que observa como un opositor a batir. Por este motivo, nos confiesa que «las denuncias del mandatario se centran en solapar sus comentarios sobre la política de Petro en materia de narcotráfico prohibiéndole usar sus redes u opinar ante la prensa internacional», como es el caso. Además, le exige que «pague cien salarios mínimos a una fundación». Nos aclara que hace poco su objetivo era la prensa y, dentro de nada, comenzará a hacerlo contra los empresarios.

El expresidente expresa su incredulidad cuando se enteró que existe otra demanda anterior, pero esta de responsabilidad civil, y curiosamente, también contra su hermano que ejerce como periodista. La última demanda está en curso ya que el expresidente se negó a llegar a un acuerdo con el consiguiente peligro. Y el mensaje que nos traslada es contundente: «Se trata de una persecución a mi familia llevada a cabo por el actual Gobierno», resume.

A las preguntas de este periódico sobre el escenario judicial al que se enfrenta su familia, nos dilucida que está atado de pies y manos ya que desconoce el contenido de la demanda. Gustavo Petro, lejos de comunicarse, ha obligado al exdirigente a pedir «un derecho de petición» para que le informen de que se le acusa.

PR: ¿Usted va a contraatacar contra demanda?, preguntamos.

El que fuera la máxima figura del Estado colombiano transmite que no porque ha preferido expresar su opinión a través de las redes sociales y tan sólo «me estoy defendiendo de la persecución de un Gobierno».

- No está sólo. ¿Qué le parece que expresidentes de la talla de Iván Duque (Colombia), Juan Guaidó (Venezuela), Mauricio Macri (Argentina) o Felipe Calderón (México), entre otros muchos, le apoyen y tilden el caso como un atentado a los derechos fundamentales?

Ante la primera denuncia penal ya salió una comunicación del Grupo Libertad y Democracia promovida por Sebastián Piñera -presidente de Chile recientemente fallecido el pasado febrero- que respaldó ese apoyo de los expresidentes.

Igualmente, el Grupo Idea me apoyó con 25 conocimientos, una iniciativa democrática de España y las Américas. Una vez más este grupo condena la denuncia, estarán atentos a la defensa de los derechos que corresponden a los ciudadanos en Colombia y que por desgracia se han quebrado.

- ¿Me gustaría saber su opinión sobre la defensa de Aznar y Rajoy? También integrantes del Grupo Libertad y Democracia.

Esta es una unión que yo ayudé a fundar y agradezco la defensa que hicieron de mi nombre y de mi familia. Lo considero un grupo de amigos en el que somos todos expresidentes reunidos dentro del centro-derecha. Agradecí y reiteré ese gesto que manifestaron por segunda vez.

Soy presidente de la Unión Internacional Demócrata de centro que están atentos a que no se violen los derechos de cualquier persona.

- En El Debate informamos sobre que Petro fue un guerrillero y se encuentra en negociaciones con los disidentes de las FARC. ¿Qué opinión le merece todo eso?

La paz total que busca es para beneficiar al narcotráfico. Su propio hijo dijo que había recibido recursos del narcotráfico. Su propio hermano fue a las cárceles a ofrecer la no extradición a cambio de votos.

Ellos mismos han reconocido que esa visita a la prisión representó un millón y pico de votos que fueron los que le entregaron el triunfo electoral. Por tanto, es una presidencia viciada. Violaron la ley en las elecciones.

Nos acaba manifestando que está preocupado porque «comenzó su persecución contra mí en diciembre» y, ahora, se empieza a iniciar contra medios de comunicación, como la revista colombiana Semana. También -prosigue- en contra de periodistas que incluso estuvieron a su lado y ahora son perseguidos y amenazados. «Lo que viene es muy grave, por eso hay que estar muy atentos con los distintos medios de comunicación y con los colegas periodistas para evitar este nefasto chantaje».

- ¿Cómo observa la situación en España?

Está pasando lo mismo. Esto es una política del Foro de Sao Paolo y el Grupo de Puebla de la izquierda que pretende enquistarse en Europa como ya se enquistó en América Latina.

En un comunicado los expresidentes, que secundan a Pastrana, han condenado «abierta y públicamente la judicialización de la política que se quiere imponer por parte del Gobierno colombiano». Para terminar con una sentencia poco tranquilizadora que explica la deriva del Gobierno sudamericano: «Un modelo que ha sido puesto en práctica por regímenes antidemocráticos como Nicaragua, Cuba y Venezuela, y que suele ser el antecedente del fin de la democracia».

Además, Iván Duque -también presidente de Colombia de 2018 a 2002- ha querido expresar su rechazo con sentencia contundente: «Estaremos vigilantes para denunciar cualquier acción que amenace con debilitar el orden democrático en Colombia, y hacemos un llamado a la comunidad internacional a proteger la libertad de expresión en el país».