Movilizaciones populares en el entierro de los terroristas abatidos por Israel
Hezbolá y Hamás en la diana de Israel
El Ejército israelí confirma que abatió a Ali Maatuk, el comandante y cerebro de los peores atentados
Israel se defiende de los ataques de Hamás y de Hezbolá. El Ejército confirmó haber matado a Ali Jaafar Maatuk, comandante de la Fuerza Radwan, la unidad de élite del grupo terrorista chií libanés Hezbolá, en un ataque aéreo en el área de Majdal Selm, en el sur de Líbano.
«Durante el ataque, el comandante de la Fuerza Radwan, el terrorista Ali Jaafar Maatuk, fue eliminado, junto con otro comandante responsable de las operaciones de esa unidad en la región de Hajir», informó el Ejército israelí en un comunicado que difunde Efe.
Según el Ejército, ambos «promovieron numerosos ataques contra el Estado de Israel» y en la misma operación murieron otros milicianos de Radwan que operaban desde el centro de mando atacado.
Hezbolá confirmó la muerte de Maatuk, sin aportar más detalles sobre las causas; así como la del miliciano Mohamed Hasan Mustafa, alias «Mortada».
La Fuerza Aérea israelí también desmanteló durante la noche una estructura militar de Hezbolá en la zona de Chaqra; después de atacar horas antes infraestructura en Ain El Tineh y dos puestos militares del grupo en Zibqin y Maryamine, todo en el sur del Líbano.
En otros bombardeos, Israel también confirmó haber eliminado a Hasán Ali Muhana, comandante de Hezbolá en el sector de Qana y agente de la unidad de ingeniería del grupo; así como a Mohamed Jabarah, comandante de las Brigadas al Qasam, brazo armado de Hamás, en el valle de Bekaa, en el noreste de Líbano.
«Fue responsable de llevar a cabo ataques terroristas y lanzamientos de misiles contra el Estado de Israel, incluidos ataques coordinados con la organización terrorista Jamaa Islamiya», señaló un comunicado castrense sobre Jabarah. Tanto Hezbolá como las Brigadas al Qasam confirmaron sendas muertes.
La frontera entre Israel y Líbano vive su mayor pico de tensión desde 2006 con un intenso intercambio de fuego desde octubre, en paralelo a la guerra en Gaza, que se ha cobrado la vida de unas 540 personas, la mayoría en el lado libanés y en las filas de Hizbulá, que ha confirmado unas 340 bajas de milicianos y comandantes, algunas en Siria, además de un centenar de civiles. En Israel han muerto 30 personas en el norte, 18 militares y 12 civiles.
