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Trump, enaltecido, levanta el puño tras el atentado que sufrió en el mitin de Pensilvania

Trump, enaltecido, levanta el puño tras el atentado que sufrió en el mitin de Pensilvaniax

Un expresidente singular

Habla el que más sabe de Trump: «Lleva cuarenta años creando su personaje»

Francisco Rodríguez-Jiménez desgrana el «por qué del fenómeno Trump» como superviviente de otros accidentes

Biden anunció a las ocho de la tarde del domingo que renunciaba a su carrera como presidente. El foco mediático acaba de girarse 180 grados con la vista puesta en el presidente que, tal y como ha confesado, cumplirá su mandato íntegro hasta las elecciones del 5 de noviembre. Además, la prensa destaca las opciones para reemplazarle como candidato demócrata con una Kamala Harris que se vislumbra como futurible presidenta.

Al otro lado se sitúa un Donald Trump con la popularidad por las nubes tras por la Convención Republicana y haber salido casi indemne del atentado con el que intentaron asesinarle. Pese a que Biden será el protagonista de la semana, Trump sigue liderando las encuestas y se postula, por ahora, como la opción ganadora.

Por este motivo, El Debate se pone en contacto con Francisco Rodríguez-Jiménez, investigador postdoctoral en Harvard, George Washington y American University. Actualmente, de plena actualidad por ser el autor del libro Trump, breve historia de una presidencia singular, en el que analiza la figura como animal político antes, durante y después del mandato presidencial. Mr.Trump accedió al poder el viernes 20 de enero de 2017 finalizando en 2021.

Rodríguez nos saca a la luz eventos menos conocidos del político estrella estadounidense, pero que son considerados fundamentales para acercarnos más al controvertido personaje. Ya que no sólo ha visto amenazada su vida tras el tiroteo perpetrado en Pensilvania. Y lo define como el expresidente que no quiso ser presidente para conseguir conquistar al pueblo americano.

Superviviente nato en eventos traumáticos

Trump es considerado el «primer presidente Twitter» que disrumpe la práctica habitual en el juego político. Un político que utiliza las redes sociales «sin ningún tipo de reparo, critica y que realiza chistes groseros» rompiendo las anteriores reglas del juego democrático, hasta entonces más encorsetado.

La paradoja ha resumido su vida ya que se convierte en «el presidente que no quiere ser presidente», nos narra Rodríguez que ejerce como codirector del Think Tank Global Studies en la Universidad de Salamanca.

En 1989, Trump sufre otro episodio traumático, ya que tres de sus consejeros de máxima confianza vuelan desde Nueva York a Atlantic City. Pero, el helicóptero en el que viajaban acaba siniestrado falleciendo todos durante el trayecto. El famoso empresario iba a subir al aparato, pero en el último momento decidió quedarse en tierra librándose por los pelos, una vez más, de perder la vida.

También, protagonizó otro acto lacerante cuando en 1987 ocurrió un supuesto caso de violación en Nueva York por parte de tres puertorriqueños a una chica que acabó denunciando la agresión.

El entonces empresario pagó de su bolsillo anuncios para que endurecieran las condenas con la intención de frenar la migración masiva hacia suelo estadounidense. Tres años después se comprobó que el grupo de hombres no eran culpables, pero Trump ya había hecho campaña para cerrar las puertas a la inmigración. Convirtiéndose en benefactor de causas antiinmigración fallidas.

El político tiene sobre sus espaldas experiencia para salir de los entuertos desde hace décadas y fomentar un juego político de todo esto.

En resumen, el escritor nos ofrece una definición sobre el expresidente que en este momento es tendencia mundial: «Lo que más llama la atención es como forja su leyenda como un llanero solitario librándose de las circunstancias o como el hombre indómito que no se escuda ante ningún problema».

El investigador nos narra esta perspectiva que refleja una imagen de «líder máximo», tal y como transcurrió durante el tiroteo que le deja como valiente, pero al mismo tiempo temerario, gritando: «Fight, fight, fight (lucha, lucha, lucha)» mientras se zafa del servicio de seguridad que le intenta proteger y levanta el brazo en señal de poder. Dejando claro su pericia en el panorama político.

El analista en el fenómeno Trump, compara la valentía del político a la de Roca Rey cuando hace un par de semanas recibió a porta gayola a un toro de 550 kilos. Es decir, lo podríamos definir como un torero que roza la locura por aventurado y está dispuesto a morir en la plaza, si fuera necesario.

«Lo que tengo claro es que afina al no huir de un conflicto complicado», nos resume. Nuestro interlocutor constata que el personaje político no crece de repente en el 2015-2016 cuando decide presentarse a candidato presidencial y poco a poco «se va identificando con el personaje que ha creado exprofeso».

En conclusión, se asemeja a una imagen que ha creado sobre sí mismo como un hombre-empresario que va a salvar a los Estados Unidos de todos sus problemas y, sobre todo, de su compleja relación con el mundo.

Los demócratas del `now or never´

Esto nos lleva a la pregunta del millón de dólares, ¿Qué ocurrirá en el lado demócrata? Trump se posicionaba como la mejor opción a ojos de la opinión pública después del último debate gracias a los errores de Biden.

Pero, aunque se pueda pensar lo contrario el panorama electoral no es tan evidente. «Puede pasar de todo porque el partido demócrata, que duda si mantiene a Biden, puede mover ficha y que aparezca una Michelle Obama que suscitaría más deseo al votante por alejarse de un estado de vejez o cansancio». Unos rumores que van in crescendo, gracias a la que la familia de Biden está tratándole de convencer para que no reedite su liderazgo como el candidato demócrata.

Mientras Trump aprovecha el tirón en el cierre de la convención republicana con una sentencia contundente: «¿Soy una amenaza para la democracia? Recibí un balazo por ella».

La elección puede estar muy disputada ya que el suelo electoral siempre se mantiene fijo en uno y otro lado. Trump lidera, pero por poco, los últimos eventos que podrían movilizar a la parte contraria. Muchos votantes demócratas que dudaban no votar ante un anciano Biden puede que, finalmente, den el paso por el fortalecimiento de Trump.

Antes del atentado contra la vida del expresidente ya estaba reñido el resultado en seis estados clave. Y puede que los demócratas se dejen llevar por el mantra de ‘now or never’.

Riesgo de altercados en los EE.UU.

Otra escenario probable es que Biden gane por un puñado de votos (como le ocurrió a Bush que se llevó la presidencia por 537 votos frente a Al Gore), pero «hay que tener en cuenta que Trump no se va a quedar callado y podríamos presenciar un segundo capítulo del estilo del asalto al Capitolio», nos auguran.

Eso es lo preocupante para el futuro estadounidense pre y post electoral: mayor polarización y riesgo de altercados. El escritor nos confiesa que no son pocos los periodistas de la superpotencia que aseguran que está al borde de una probable guerra civil. «Yo no pienso que se pueda llegar a ese límite, pero hay una serie de frenos como, por ejemplo, una parte importante del ejercito que, a través de una carta, compartió que no se puede subvertir las normas democráticas», tras la retransmisión del asalto al Capitolio por seguidores trumpistas.

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