Lula da Silva «asustado» por la reacción de Maduro si pierde

en Venezuela se sitúan «los ojos del mundo» para comprobar si el resultado del 28 de julio, que da una victoria holgada a la oposición, será una quimera o se conseguirá que llegué un cambio real al maltrecho país. A tan sólo seis días de estos comicios, el izquierdista Lula da Silva ha hablado como presidente de Brasil y compañero de frontera.

«Le he dicho a Maduro que la única oportunidad para que Venezuela regrese a la normalidad es tener un proceso electoral ampliamente respetado», ha expresado sin dilación. «Necesita aprender que cuando se gana, te quedas; cuando se pierde, te vas», prosigue.

Para finalizar comentando que Venezuela debe respetar el proceso democrático, si «Maduro quisiera ayudar a su país». No obstante, sus palabras más reproducidas por los medios iberoamericanos hacen referencia a su estado de ánimo por la anacrónica advertencia del actual gobernante de Venezuela: «Me asustaron los comentarios de Maduro sobre un derramamiento de sangre si pierden».

Es más que probable que el cambio esté cerca ya que Lula, hasta estos comentarios, era visto por la prensa internacional como un aliado de Maduro con el que ha mantenido encuentros. La transición venezolana, no sólo es posible, si no que salvo un amaño flagrante, está cerca. Y los apoyos del dictador, poco a poco, van cayendo.

Las ONG se manifiestan

Desde algunas fundaciones, como el Instituto Casla denuncian la represión sistemática que sufre el país sudamericano. Una constate ejercida por el Estado Venezolano, que puede que se agrave, ante las cruciales elecciones del próximo domingo. Quieren destacar que estos recientes comicios se han convertido en los protagonistas del mundo libre que los observa para ver si se producen cambios de calado.

Las encuestas, tal y como reflejó El Debate ayer, dan la victoria a Edmundo González, apoyado en la retaguardia por María Corina Collado. Auguran hasta 20 puntos de ventaja con una participación que superaría el 70 %.

Mientras llega el día, la ONG Casla recibe y documenta las denuncias: «Los venezolanos no están solos, el mundo observa».