Harris y Walz comienzan la campaña demócrata: «No es solo una lucha contra Donald Trump»

Filadelfia ha sido testigo del pistoletazo de salida de la campaña electoral de la candidata demócrata, Kamala Harris, y su compañero de fórmula para la vicepresidencia, Tim Walz. Después de meses de pesimismo, tratan de mandar un mensaje de esperanza ante los comicios de noviembre, en los que tratarán de derrotar a Donald Trump.

La vicepresidenta estadounidense se ha convertido oficialmente en la nominada oficial del Partido Demócrata para presentarse a las elecciones presidenciales de noviembre con un apoyo del 99 % de los delegados en la votación telemática en la que era única aspirante. Tras nombrar a Walz, ambos se presentaron ante 14.000 simpatizantes. «Necesitamos nivelar el terreno. Somos los desfavorecidos, pero tenemos impulso», proclamaba Harris.

«Una batalla por el futuro»

En un tiempo récord, ha construido una candidatura desde que Joe Biden renunciara a presentarse. La recaudación récord, de 20 millones de dólares en las últimas horas, según las fuentes de campaña, y las encuestas recientes, que muestran un acercamiento a Trump, han provocado optimismo en el partido.

«Esta campaña, nuestra campaña, no es solo una lucha contra Donald Trump. Nuestra campaña, esta campaña, es una batalla por el futuro», aseguraba. El proyecto de país de la demócrata pasa por la defensa del aborto, el acceso a la vivienda y el control a la posesión de armas.

Harris se decantó por el gobernador de Minesota como número dos, que se convirtió en el favorito de los progresistas a sus 60 años. Se descartó su homólogo de Pensilvania, Joshn Shapiro, quien es judío practicante y cuyos comentarios sobre Gaza no cayeron bien en el sector propalestino del partido. Sin embargo, en un alarde de unidad, Shapiro ha ejercido como telonero de Harris y Walz en el mitin de su estado, aunque no ha dejado pasar la oportunidad de dejar claro que se siente «orgulloso» de su fe.

Walz llama «raros» a los republicanos

Walz, por su parte, ha aumentado su popularidad al haber llamado «raros» a los republicanos. Con él, Harris pretende atraer a los votantes blancos de Wisconsin, Michigan y Pensilvania, pertenecientes al cinturón industrial. «Es una observación mía. Lo tengo que decir. Estos tipos son espeluznantes, y sí, muy raritos», decía para ganarse a su público. Se refería en especial al candidato republicano a la vicepresidencia, J. D. Vance, quien es publicitado como un ejemplo de superación personal por proceder de una familia humilde para ganarse a las clases trabajadoras. Walz ha tratado de desprestigiarlo, afirmando que Vance estudió en Yale ayudado por multimillonarios, a la vez que lo retaba a un debate televisado. Además, se reía de él por un falso rumor difundido en redes que afirma que había mantenido relaciones con un sofá. «No puedo esperar a debatir con el chico. Eso si es que está dispuesto a levantarse del sofá», comentaba. El segundo de Harris es tildado de «izquierdista radical» por los republicanos.