El ejército ucraniano dice que ya controla 1.000 km2 de territorio ruso
Zelenski, el presidente ucraniano, ha indicado que esta incursión en Rusia busca «desplazar la guerra al territorio del agresor»
Volodimir Zelenski, ha confirmado una buena noticia sobre su inesperado ataque a tierras rusas. Según el Gobierno de Ucrania, aliado de la OTAN, sus tropas se han apoderado de unos 1.000 km2 de territorio ruso. Oleksandr Syrsky, jefe de este ejército publicó en un vídeo, compartido por Zelenski, que mantiene su ofensiva: «Seguimos llevando a cabo operaciones ofensivas en la región de Kursk. Hasta ahora, unos 1.000 km2 del territorio de Rusia están bajo nuestro control», confirmó. .
Ucrania lanzó el martes pasado una sorpresiva operación a gran escala en esa región fronteriza, dos años y medio después del inicio de la ocupación rusa en la exrepública soviética, tras meses de repliegue ante las fuerzas de Moscú en el frente oriental.
En último tuit de última hora (a las 19:43 de la tarde del lunes 12 de agosto), Zelenski confiesa que han comprobado como Rusia ha ido a la deriva bajo el gobierno de Putin: «Hace 24 años, se produjo el desastre del submarino 'Kursk'», un inicio simbólico de su reinado. Y ahora estamos presenciando lo que parece ser el capítulo final para él. Otra vez relacionado con el Kursk (en referencia a la zona conquistada). Es el desastre de su guerra. Este es siempre el destino de quienes no respetan a las personas ni a las reglas. Rusia trajo la guerra a otros, y ahora está volviendo a casa. Ucrania siempre ha deseado la paz, y sin duda la garantizaremos», confiesa.
Por su parte, Putin ordenó el lunes al ejército ruso «expulsar» a las tropas ucranianas que en casi una semana se apoderaron de 28 localidades de la región de Kursk, según las autoridades locales, tal y como informa AFP. Putin, acusó a Kiev de «cumplir la voluntad» de las potencias occidentales. En el que es el ataque más importante de un ejército extranjero en territorio ruso desde la Segunda Guerra Mundial.
La operación ucraniana abarca una zona de 40 kilómetros de ancho y 12 kilómetros de profundidad en territorio ruso. Según el Instituto para el Estudio de la Guerra (ISW), un centro de investigación con sede en Estados Unidos, las tropas ucranianas se adentraron hasta 13 km en territorio ruso.
El ejército ruso confirmó el viernes que los soldados ucranianos habían alcanzado Sudzha, una ciudad de 5.500 habitantes a una decena de kilómetros de la frontera y punto clave para el envío de gas a países de la Unión Europea a través de Ucrania.
En Moscú, la acogida de desplazados se organiza desde hace varios días. La propaganda rusa asegura que «por la seguridad de la vida y la salud de nuestra población, estamos empezando a trasladar» a los habitantes de ese distrito. Se supone que se espera un futuro éxodo de 120.000 rusos, para salvaguardarles.
Una seguridad que no se tiene en cuenta cuando se lleva a cabo combates de el Gobierno de Putin cuando usa los denominados «asaltos con carne» para desgastar a Ucrania, en el este del país. El Ejército ruso avanzaba cientos de metros mientras envía a sus militares contra las trincheras ucranianas causando unas 1200 bajas diarias en la zona en la región de Donetsk.
Hay que añadir que Estados Unidos advirtió este lunes a Irán de las duras consecuencias que implicaría brindar armamento a Rusia para su guerra en Ucrania, y afirmó que obtuvo informes de que Teherán proporcionará a Moscú cientos de misiles balísticos.
Miles de evacuados rusos
El Ministerio de Defensa ruso señaló que seguía «repeliendo» con medios aéreos y de artillería «el intento de incursión fronteriza de las fuerzas armadas ucranianas».
Más de 76.000 habitantes del oeste de la región de Kursk fueron evacuados «temporalmente» hacia «lugares seguros», indicó un representante del Ministerio ruso de Situaciones de Emergencia.
Las autoridades rusas afirmaron el martes que la incursión ucraniana dejó cinco muertos y 55 heridos entre los civiles, pero desde entonces no divulgó un balance actualizado, cuenta la agencia AFP.
El gobernador de Kursk, Alexéi Smirnov, señaló el domingo de madrugada que 13 personas resultaron heridas, dos de ellas de gravedad, en la capital homónima de la región por los restos de un misil ucraniano abatido que cayó sobre un edificio.
Bielorrusia, un estrecho aliado de Rusia pero que no participa directamente en las hostilidades, ordenó el sábado el despliegue de tropas, unidades aéreas, sistemas de defensa antiaérea y cohetes cerca de su frontera con Ucrania.
La diplomacia bielorrusa denunció en las redes sociales como una «aventura sin sentido» la operación ucraniana en Rusia y aseguró que varios drones ucranianos fueron abatidos cuando sobrevolaban Bielorrusia, en un «incidente muy serio».