La iniciativa de Italia
Triunfa el plan de choque de Meloni contra la inmigración mientras Sánchez alimenta el efecto llamada
Italia ha logrado reducir drásticamente los flujos migratorios a más de la mitad con acuerdos concretos con los países africanos
El Gobierno de Giorgia Meloni ha reducido la inmigración ilegal con una postura más férrea dentro de Italia. Esto se debe, principalmente, a un plan para mantener a raya la masiva llegada de personas indocumentadas de otros países, en especial aquellas procedentes del continente africano. El plan de Meloni tiene como punto de partida la firma de acuerdos y tratados de todo tipo con las distintas naciones desde las que emigran más ilegales.
Para ser más exactos, Meloni ha viajado en varias ocasiones a Libia, Egipto y Túnez –tres de los países que más inmigrantes aportan a las costas italianas–, siendo esta última una de las naciones más visitadas por la líder italiana –hasta en cuatro ocasiones–.
Gracias a estas iniciativas, la inmigración procedente de Túnez se ha reducido un 77 % en lo que llevamos de año en comparación con el mismo periodo de 2023.
Misma inversión, resultado diferente
A Kais Saied, como presidente de Túnez, Meloni le otorgó una ayuda de 331 millones de euros. Una medida que parece que ha surtido efecto.
Por su parte, el Ejecutivo español se propuso entregar más de 300 millones de euros para Mauritania en los próximos años para frenar el repunte de inmigración ilegal. Unos 200 millones correspondían a fomentar la inversión de empresas españolas en Mauritania, 60 irían destinados a proyectos de desarrollo y otros 50 en cooperación financiera para el país africano.
Además, al igual que hizo Sánchez en febrero, Meloni se hace acompañar por Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, forzando para alcanzar acuerdos que al final implican a toda Unión Europea.
Los tratados que le dan resultado
Otras resoluciones con las que destaca la primera ministra italiana es el «Plan Mattei» para África. Se trata de una hoja de ruta que engloba desde la educación, hasta la energía pasando por el sector agrícola. La presidenta defendió que este «no es un continente pobre», pues posee el 30 % de los recursos minerales del planeta y el 60 % de las tierras cultivables. Quiso dotar con 5.500 millones de euros a África, portando créditos, operaciones de donación y garantías para proyectos concretos en varios países.
Cabe destacar los reglamentos que sostiene con Argelia, país con el que además ha garantizado el suministro de energía. Mientras que a Egipto, junto a von der Leyen, ha llevado un paquete de 7.400 millones de euros para levantar la economía egipcia y apoyarles en la acogida de refugiados.
Así, logra contener los flujos migratorios con una receta sencilla, sobre el papel. También, saca a la luz decretos de ley y rechaza la mayoría de los derechos de asilos.
Los datos provenientes del Gobierno de Italia no dejan lugar a dudas: ha duplicado las denegaciones de asilo situándolas en un 91 % y las revocaciones de protección internacional para personas que ya se encuentran regularmente en Italia con un 10 %. A esto hay que sumar los impedimentos a las ONG para los asentamientos de ayuda a estos viajeros.
Mientras, Sánchez en su visita a Mauritania ha prometido regularizar a 250.000 trabajadores inmigrantes. El Ejecutivo ha estimado que serán necesarios entre 200.000 y 250.000 trabajadores migrantes hasta 2050 para poder para mantener el Estado de bienestar.