Condena en Tailandia  Artur Segarra, el otro español que cumple cadena perpetua por asesinato y descuartizamiento

En la palma de su mano lleva tatuado Lucas 23:34 en referencia al versículo bíblico «Y Jesús dijo mientras lo clavaban en la cruz: 'Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen'». Artur Segarra Princep, natural de Tarrasa (Barcelona), fue condenado en 2016 por la justicia tailandesa a pena de muerte por secuestro, robo y asesinato premeditado, entre otros delitos, del empresario David Bernat.

Sin embargo, en 2020 Maha Vajiralongkornel, rey de Tailandia, le conmutó la pena capital a Artur Segarra por la cadena perpetua y, junto con Daniel Sancho, será el segundo español en enfrentarse a este castigo en el país asiático. De momento, no compartirán celda. Segarra se encuentra en la prisión de Bang Kwang –conocida coloquialmente como el Bangkok Hilton o El gran tigre–, y Sancho será trasladado a Surat Thani.

Bernat, un empresario español de 40 años, residía en Irán y visitaba con frecuencia Tailandia. Llegó a Bangkok el 19 de enero de 2016 de vacaciones y esa noche se tomó una copa con Segarra. Los dos eran amigos de los anteriores viajes de Bernat a Bangkok.

Fueron a casa de Segarra, en Huai Khwang, donde este asfixió a Bernat con una bolsa de plástico. Partes del cuerpo desmembrado de Bernat flotaban la mañana del 30 de enero en varias zonas del río Chao Phraya de Bangkok, mientras en el apartamento de Segarra se encontraron rastros de sangre y ADN de la víctima.

Además, la Policía halló un congelador en la casa de Segarra que se cree que se usó para conservar el cadáver, así como un libro con instrucciones sobre cómo desmembrar un cuerpo humano.

La investigación determinó que Segarra retuvo a Bernat contra su voluntad y lo torturó durante seis días para obligarlo a transferir dinero a su cuenta bancaria. Después de conseguir lo que quería, Segarra mató a Bernat, descuartizó con una radial el cadáver y envolvió los restos en bolsas de plástico negras que trasladó en una motocicleta.

A Segarra lo detuvieron en la localidad camboyana de Sihanoukville, a donde huyó sin éxito porque fue capturado y devuelto a Tailandia. Durante todo el juicio afirmó que era víctima de una trampa en la que estaba implicada su exnovia tailandesa, Pridsana Saen-ubon.

El catalán pidió clemencia al rey y con motivo del 68º cumpleaños del monarca se le concedió el perdón. El Tribunal Supremo de Tailandia confirmaba el 20 de noviembre de 2019 la condena y la pena capital de Segarra, añadiendo además que el asesino debía devolver a la familia de Bernat los cerca de 20.000 euros que logró retirar de las tarjetas de crédito de la víctima.

La confesión

Durante todo el proceso judicial, Segarra siempre aseguró que era inocente. Sin embargo, reconoció el crimen en una carta que escribió el 23 de diciembre de 2019 para pedir clemencia al rey de Tailandia y evitar así su ejecución. En la misiva, Segarra admitía que en enero de 2016 asesinó a Bernat en medio de una reacción violenta durante una pelea entre ambos.

En todo momento, Artur Segarra ha intentado cumplir la condena en España y, tras el perdón real, deberá permanecer al menos cuatro años en una prisión de Tailandia hasta que se pueda solicitar una extradición.

Si finalmente consigue volver a España, aquí deberá rendir cuentas por ser uno de los cabecillas de la conocida como operación Cocoon a través de la que se estafó millones a personas ancianas a quienes hacían firmar hipotecas inversas sin darles dinero a cambio.