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La policía alemana escolta un grupo de inmigrantes cerca de la frontera con PoloniaJens Schlueter / AFP

Las solicitudes de asilo en la UE alcanzarán el millón por segundo año consecutivo

Las cifras se mantienen en niveles vistos por última vez durante la crisis migratoria europea de 2016, con más de 500.000 solicitudes en la primera mitad del año

La Agencia de Asilo de la Unión Europea (EUAA) registró 513.000 solicitudes de protección internacional en los primeros seis meses de este año, unas 7.000 menos que en 2023.

La EUAA advierte que «esperan más solicitudes en los últimos seis meses». Los Veintisiete países de la UE, más Noruega y Suiza, forman parte del espacio Schengen lo que permite viajar a sus ciudadanos sin pasaporte y sin controles. Veintinueve naciones que, tal y como predice la EUAA, «podrían recibir alrededor de un millón de solicitudes para fin de año».

Si esa predicción es correcta, sería el segundo año consecutivo en que más de un millón de personas solicitaron asilo en países de la UE. Unos niveles que no se alcanzaban desde 2016. El año pasado, 1.143.437 personas solicitaron asilo en la región, según la EUAA.

La agencia ha manifestado que las cifras «enmascaran algunos cambios importantes a nivel nacional» aunque son más o menos las mismas que el año pasado. La EUAA declara que «Alemania recibió una quinta parte menos de solicitudes, mientras que Italia recibió un aumento de más de un tercio. En España, las solicitudes generales se han mantenido estables, pero a un nivel alto».

Europa vive un momento complicado y tenso por los diferentes métodos para atajar una inmigración masiva. Cuatro acontecimientos viven de diferente forma la complicada coyuntura.

Keir Starmer se reunió ayer en Roma con Giorgia Meloni, la primera ministra de Italia, para tratar la lucha contra la inmigración ilegal. Un día después de que ocho personas murieran al intentar cruzar el canal de la Mancha. Hay que añadir el intento de entrada masiva de migrantes a la ciudad autónoma de Ceuta.

Mientras tanto, Alemania reintrodujo el lunes los controles en las fronteras terrestres. La ministra alemana del Interior, Nancy Faeser, defendió la decisión unilateral. Unas inspecciones que no han sido del agrado de sus vecinos, entre ellos Austria y Polonia.

La ministra, Nancy Faeser, aclaró la determinación del país germano respecto a la inmigración: «Nuestra postura se trata de seguir rechazando la inmigración irregular, detener a los traficantes de personas, poner coto a los criminales e identificar y detener a los islamistas», declaró en el periódico Bild. La dirigente alemana quiso aclarar : «No estamos tomando medidas nacionales en solitario que destruyan Europa, sino que estamos actuando en estrecha coordinación con nuestros vecinos».