Cargas explosivas de 56 gramos en 5.000 'buscas' taiwaneses fabricados en Hungría: así planeó Israel el ataque contra Hezbolá
Al menos once personas han muerto y más de 3.000 han resultado heridas tras la explosión simultánea de miles de buscapersonas en el Líbano
La milicia chií libanesa Hezbolá sufrió, este martes, una de las mayores brechas de seguridad en casi un año de guerra contra Israel. Al menos 12 personas murieron –entre ellas una niña de ocho años y un niño de doce– y casi 3.000 resultaron heridas por la explosión simultánea de miles de buscapersonas, que los milicianos del grupo terrorista utilizan para comunicarse sin ser rastreados por sus enemigos. Sin embargo, Israel –que oficialmente sigue sin asumir la autoría del ataque– ejecutó una operación sin precedentes. El Mosad, una de las agencias de Inteligencia del país hebreo, habría colocado explosivos en el interior de 5.000 'buscas' importados por Hezbolá desde Taiwán, de los cuales 3.000 detonaron, según confirma Reuters, citando una alta fuente de seguridad libanesa.
El ataque israelí es singular tanto en la forma como en ejecución y preparación. La planificación habría llevado meses, y la Inteligencia israelí habría elegido el momento adecuado para causar el mayor daño posible entre las filas de la milicia libanesa. Diferentes informes aseguran que minutos antes de la deflagración de los sistemas de comunicación, concretamente a las 15:30 (hora local), se habría enviado un mensaje para asegurarse de que la mayoría de los milicianos portaban el 'busca'. Fuentes libanesas, explicaron a Reuters, que los aparatos eran de la empresa Gold Apollo, con sede en Taiwán.
Sin embargo, dicha empresa emitió un comunicado, inmediatamente después de salir a la luz su nombre, en el que negaba la fabricación de estos dispositivos y que otra empresa llamada BAC Consulting KFT, con sede en la capital de Hungría, Budapest, es la que posee la licencia para utilizar su marca. Los mensáfonos manipulados han sido identificados como los localizadores AR-924. «Según el acuerdo de cooperación, autorizamos a BAC a utilizar nuestra marca comercial para la venta de productos en las regiones designadas, pero el diseño y la fabricación de los productos son responsabilidad exclusiva de BAC», rezaba el comunicado de la empresa taiwanesa.
Más allá de su procedencia, lo que sí está claro es que dichos aparatos tuvieron que ser manipulados en origen. Funcionarios estadounidenses aseguraron a The New York Times que el ataque fue ejecutado por Israel mediante explosivos con una carga detonante de entre 28 y 56 gramos, lo que demuestra, una vez más, que la larga mano de los servicios de Inteligencia hebreos se extiende por todos los rincones del mundo. Pocas horas después de las explosiones que afectaron no solo a milicianos en el Líbano, sino también en Siria, Hezbolá acusó directamente al país vecino y advirtió de que «recibirá su justo castigo».
«Lo que sucedió ayer aumentará nuestra determinación y resolución de continuar en el camino de la yihad y la resistencia», aseveró el grupo terrorista libanés. Además, entre los heridos se encuentra el embajador de Irán en el Líbano, Mojtaba Amani, por lo que la ofensa traspasa las fronteras del país mediterráneo. Horas antes del masivo ataque, Israel había incluido entre sus objetivos de guerra el retorno de los residentes del norte del país a sus hogares, amenazados continuamente por el fuego enemigo de Hezbolá. Aproximadamente 60.000 israelíes han tenido que ser evacuados de la frontera con el Líbano desde el inicio de la guerra en la Franja de Gaza, el pasado 7 de octubre.
En el otro lado de la línea de separación, unos 90.000 libaneses se han visto desplazados, según la Organización Internacional para las Migraciones (OIM). La milicia chií libanesa, respaldada por Irán, inició una ofensiva contra Israel en solidaridad con sus «hermanos» de Hamás, tras el ataque terrorista perpetrado por miles de milicianos palestinos en el que mataron a 1.200 personas y secuestraron a más de 250. Desde hace ya casi un año, Israel y Hezbolá han puesto a prueba sus líneas rojas en múltiples ocasiones, temiendo que la guerra de baja intensidad que libran se desborde hacia un conflicto regional. Una vez más, este nuevo ataque israelí hace temblar al mundo. Está previsto que este jueves, el líder del Partido de Dios, Hasán Nasralá, ofrezca un discurso para abordar la situación. Por ahora, Israel se encuentra en alerta máxima ante una más que probable respuesta desde el país vecino.