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El primer ministro francés, Michel Barnier, presenta su declaración de política general ante la Asamblea Nacional francesa en París

El primer ministro francés, Michel Barnier, ante la Asamblea Nacional francesa en ParísAFP

Francia

Barnier presenta un presupuesto de crisis con subidas de impuestos en medio de las críticas de la izquierda

El objetivo del primer ministro francés y de sus ministros es reducir el déficit al 5 % del PIB en 2025, ya que se ha disparado y alcanzará este año el 6,1 %, es decir, más del doble del tope fijado por el Pacto de Estabilidad europeo

El primer ministro de Francia, Michel Barnier, se enfrenta, este jueves, a un tenso debate sobre los presupuestos. En su plan de crisis, Barnier ha anunciado que incluirá 40.000 millones de euros de recortes de gastos y 20.000 millones de alzas de impuestos a los más ricos.

«Asumo el riesgo de ser impopular, pero no el de ser irresponsable», clamó Barnier frente a los gritos de la izquierda, este miércoles, durante una sesión de moción de censura contra su Ejecutivo. Los grandes partidos de la izquierda de Francia han criticado duramente los presupuestos de Barnier, porque consideran que ataca «el modelo social francés» con los recortes, que tendrán un efecto recesivo.

Sin embargo, el primer ministro galo se ha escudado en la urgencia de la situación presupuestaria para pedir oxígeno, puesto que el presidente no puede disolver la cámara y convocar nuevas elecciones antes del próximo verano.

Una ecuación compleja porque todos los diferentes grupos parlamentarios imponen exigencias contradictorias y que los alcaldes del país ya han alertado que no están dispuestos a apretarse el cinturón como les exige el Ejecutivo.

Los diferentes componentes de la izquierda reprocharon a Barnier «continuar la política fracasada de Macron con el sustento de la extrema derecha», como replicó la diputada ecologista Cyrielle Chatellain.

O de haber «asaltado el Gobierno», como indicó la portavoz del partido de izquierda radical La Francia Insumisa, Clémence Guetté.

Así las cosas, los aliados del Gobierno reprocharon a la izquierda que haya rechazado el diálogo y a los socialistas que hayan ligado su futuro al de La Francia Insumisa de Jean-Luc Mélenchon, en lugar de hacer propuestas responsables.

El objetivo de Barnier y de sus ministros es reducir el déficit al 5 % del PIB en 2025, ya que se ha disparado y alcanzará este año el 6,1 % del PIB, es decir, más del doble del tope fijado por el Pacto de Estabilidad europeo. En este sentido, para conseguirlo, dos tercios del esfuerzo cifrado en los 60.000 millones de euros se harán con recortes del gasto público y el resto con más presión fiscal.

El primer ministro ha recordado que Francia es el país de la Unión Europea (UE) y de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) con un mayor peso del gasto público.

La situación de las cuentas públicas francesas ha pasado al primer plano de la actualidad en los mercados desde que el presidente Emmanuel Macron convocó de forma anticipada elecciones legislativas tras su severa derrota en las europeas del 9 de junio, lo que ha abierto un periodo de inestabilidad política que no tiene visos de cerrarse.

En ese tiempo, la prima de riesgo que paga la deuda francesa ha pasado a ser superior a la portuguesa y a la española, lo que da una idea del nivel de riesgo que le atribuyen los mercados.

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