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Alexéi Moskaliov junto a su hija, la creadora del dibujo

Liberan a un ruso que pasó dos años en una cárcel infrahumana por un dibujo de su hija con la bandera de Ucrania

Alexéi Moskaliov estuvo recluido en «pisos putrefactos 16 horas de pie», con «ratas enormes» y «un frío de perros»

No sólo famosos periodistas como Evan Gershkovich, el corresponsal de el Wall Street Journal, son llevados a las siniestras cárceles rusas por motivos infundados. También, personajes más desconocidos, como Alexéi Moskaliov han descrito las enormes injusticias que ha sufrido por parte del Kremlin con durísimas condiciones aprisionado en una cárcel inmunda por una injusticia flagrante.

Moskaliov es un ruso que fue condenado por un dibujo contra la guerra pintado por su hija, menor de edad. Los medios se hacen eco de su libertad tras cumplir un año y nueve meses de cárcel, según informan organizaciones de derechos humanos.

La Justicia rusa decidió perseguir judicialmente al hombre después de que su hija, Masha, de 13 años, pintara en abril de 2022 un inocente dibujo. La niña se encontraba en una clase de arte cuando decidió decorar su folio con la bandera ucraniana y una mujer que protege a su hijo mientras caen los misiles. La inocente joven, también, escribió «gloria a Ucrania» y «no a la guerra» en el dibujo.

Al día siguiente, la policía se llevó a Moskaliov y a su hija a la comisaría. La policía informó al padre que se había abierto un caso en su contra por «desacreditar» a las Fuerzas Armadas.

Entonces, Moskaliov fue multado con 32.000 rublos (415 dólares) por haber escrito en la red social Odnoklassniki sobre el Ejército ruso que «los perpetradores están junto a nosotros».

La Justicia puso al hombre bajo arresto domiciliario, envió a la niña a un centro de rehabilitación de menores y las autoridades amenazaron con privarle de la patria potestad.

Finalmente, Moskaliov fue condenado, en marzo de 2023, a dos años de cárcel por criticar al Ejército ruso en Ucrania, tras lo que huyó a Bielorrusia. Lugar donde fue detenido por la policía y, según su testimonio, fue golpeado salvajemente y extraditado a Rusia para el cumplimiento de su pena.

Condiciones infrahumanas

Alexéi Moskaliov, que cumplió su condena en la región de Tula, denunció que en la celda de castigo en la que estuvo dos meses «las condiciones eran parecidas a una cámara de torturas».

Mediante una entrevista para una organización que vela por los derechos de presos y detenidos, el anciano ha dado a conocer las condiciones infrahumanas en las que se encontraba: «La celda era de dos metros por uno, los pisos putrefactos por todos lados y de la basura salían ratas enormes».

Añadió que «hacía un frío de perros, teníamos que estar 16 horas de pie, porque los camastros se pegaban a la pared para que no pudiéramos acostarnos. Era imposible estar sentados porque el banco era pequeño, metálico, y estaba tan helado que era imposible sentarse».