Fundado en 1910
AnálisisAquilino Cayuela

Meloni brilla en la cumbre de Bruselas sobre inmigración frente a la insignificancia de Sánchez

Una mayoría de estados, liderados por Italia, Países Bajos y Austria apuestan por la creación de centros de internamiento de inmigrantes en terceros países, tal y como trata de hacer el Gobierno italiano con Albania

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, junto a la primera ministra de Italia, Giorgia MeloniGTRES

A pesar de que este año se han reducido los cruces irregulares de fronteras hacia la Unión Europea a excepción de la frontera sur con España, donde el aumento de afluencia migratoria ilegal ha crecido exponencialmente.

Los estados miembros de la Unión consideran la inmigración como un asunto prioritario. Bruselas evalúa 'centros de retorno', mientras endurece el tono frente a la inmigración En ese sentido, los líderes de los de 27 países reunidos en la cumbre europea, en Bruselas, se han centrado en buscar formas de endurecer las políticas del bloque sobre inmigrantes y solicitantes de asilo.

El verdadero trasfondo es que hay un cambio significativo en el voto de los ciudadanos europeos que está dando las mayorías a los partidos antiinmigración. La hegemonía de las élites hasta hora dominantes en la Unión se ve cada vez más amenazada. El Grupo de Patriotas por Europa y Conservadores y Reformistas (ECR) cuentan ya con un peso específico en la Unión que ha obligado al Partido Popular Europeo (PPE) e incluso a sectores del grupo socialista a que se replanteen un cambio drástico en la políticas migratorias.

Una mayoría de estados, liderados por Italia, Países Bajos y Austria apuestan por la creación de centros de internamiento de inmigrantes en terceros países, tal y como ya ha empezado a hacer el Gobierno italiano con Albania. Aunque el plan estrella de Meloni se ha visto opacado, este viernes, tras la decisión de un Tribunal de Roma de ordenar el retorno de los inmigrantes a Italia.

Aún así, Giorgia Meloni ha tenido todo el protagonismo en esta cumbre. Ya en Roma reunió una mini-cumbre previa para debatir un enfoque común con países afines. En Bruselas ha sentado también a Úrsula von der Leyen, en representación del Partido Popular.

Italia es el primer país de la Unión Europea que acoge a refugiados en campos extracomunitarios. La normativa se dirige a hombre adultos y no se aplica a niños, mujeres, enfermos o víctimas de tortura. También quedan excluidos los inmigrantes que lleguen a las costas italianas por sus propios medios.

La Comisión Europea (CE) se ha mostrado dispuesta a estudiar este medida. Es más, busca el endurecimiento de las normas sobre inmigración algo que comienza a cristalizar un giro a la derecha en la retórica de la Unión Europea.

Los partidos de la derecha europea han crecido gracias a la insostenible situación actual con la inmigración ilegal y masiva. Los conservadores europeos obtuvieron muy buenos resultados tanto en las elecciones europeas como en recientes votaciones, nacionales y regionales, en Países Bajos, Austria y Alemania. De igual manera, Francia se inclinó hacia la derecha tras las elecciones anticipadas de este verano.

Cada vez más, los europeos quieren que se aplique, cuanto menos, el pacto migratorio, alcanzado este año, que endurece los procedimientos fronterizos. La mayoría de los países de la UE, incluidos Francia y Alemania, firmaron recientemente una propuesta para facilitar la deportación de los inmigrantes irregulares.

Esta es la posible fórmula que se ha discutido en Bruselas, porque el eje francoalemán necesita urgentemente un solución. Ursula von der Leyen ha dado el impulso de salida a un proceso prometiendo, a comienzo de semana y antes de la cumbre, reformas para agilizar las devoluciones de inmigrantes, donde menciona la idea de crear centros de deportación fuera de la UE y por eso se ha sentado a la mesa con Meloni y otros líderes de la derecha europea.

A pesar del claro cambio de dirección, esta cumbre ha acabado con una falta de decisiones firmes y bajo una actitud titubeante de encontrar una posición determinada. El desacuerdo sobre la inmigración es un tema difícil, plagado de problemas legales y éticos que ya hizo fracasar un esfuerzo de reforma en 2018.

No obstante, es un hecho claro que los partidos de la derecha europea tienen un peso muy decisivo y estamos cerca de un cambio en la políticas.

Otra cosa clara es que el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, y la representación de España quedó en minoría y a la zaga, por no decir a la contra, de las naciones más relevantes en la cumbre. Si la mayoría de los países socios ven la necesidad de un cambio de rumbo en el tema de la inmigración, Sánchez mantiene un rumbo condenado a estrellarse.

Sánchez quedó en minoría y a la zaga, por no decir a la contra, de las naciones más relevantes en la cumbre

En cuanto a las dos guerras en curso, países como Hungría, Austria y la República Checa apoyan el derecho de Israel a defenderse y bloquean la adopción de medidas enérgicas contra las autoridades israelíes. Solo Sánchez, sin embargo, se manifestó contario al derecho de Israel. Su insignificancia, en esta cumbre, ha sido palpable, como muestra su nulo eco en la prensa internacional, a excepción de la alarma que genera en Europa y en los grupos parlamentarios europeos los niveles de corrupción que enturbian a su entorno personal y a su Gobierno.

Respecto a Ucrania, Volodimir Zelenski fue invitado a presentar a la UE un 'Plan de victoria' para poner fin a la invasión rusa, bajo el temor a que disminuya el apoyo a Kiev si Donald Trump gana en Estados Unidos el mes que viene. Kiev se enfrenta a una presión cada vez mayor para encontrar una estrategia de salida mientras sufre pérdidas en el campo de batalla y Moscú intensifica sus ataques contra las infraestructuras.

Por el momento la UE no irá mucho más allá del plan que recientemente aprobó para prestar a Ucrania hasta 38.000 millones de dólares, respaldados por activos rusos congelados, más unos 50.000 millones de dólares acordada por las potencias del G7 en junio.