Elecciones Estados Unidos
¿Cómo se elige al presidente de Estados Unidos?
El próximo martes 5 de noviembre los estadounidenses elegirán a su representante para los próximos cuatro años
Faltan menos de 15 días para que los ciudadanos estadounidenses elijan a su próximo presidente, quien ocupará el despacho oval de la Casa Blanca durante los próximos cuatro años. En esta ocasión, y tras la retirada del actual presidente, Joe Biden, serán finalmente Kamala Harris y Donald Trump los candidatos que se disputen la presidencia de la primera potencia económica mundial. Y lo harán de forma muy ajustada, según predicen las últimas encuestas.
Los sondeos dan una ligera ventaja a la candidata demócrata, pero lo cierto es que el expresidente está creciendo de forma significativa en cada uno de los siete estados claves, los cuales decidirán quién se sienta finalmente en la Casa Blanca. Y es que es muy importante señalar que, en Estados Unidos, no siempre gana quien más votos recibe pero, ¿por qué? ¿Cómo funciona el sistema electoral estadounidense?
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Sistema electoral presidencialista
Lo primero que debemos saber es que, al contrario que en países como España, en el que el presidente es elegido por el Congreso de los Diputados electo en los comicios, en Estados Unidos el sistema electoral es presidencialista. Esto quiere decir que son directamente los ciudadanos los que eligen al presidente en un proceso independiente al de la elección de representantes y senadores.
El proceso electoral comienza en primavera, cuando los ciudadanos que desean postularse a la presidencia deben registrar su candidatura en la Comisión Federal Electoral. Posteriormente, durante el verano, comienzan los debates en el seno de cada partido en cada Estado. Es lo que se conoce como asambleas políticas o caucus.
Los caucus eligen a su candidato preferido, el cual es ratificado por la Convención Nacional de cada partido.
Delegados electorales
Finalmente, tras meses de actos de campaña y debates, llega el día de las elecciones, las cuales siempre se celebran el primer martes después del primer lunes de noviembre. Cada estado organiza sus propias elecciones, con sus propias reglas. Es decir, dependiendo del territorio podrán votar o no determinadas personas y podrán hacerlo por correo o de forma anticipada o no. Los ciudadanos elegirán a su candidato presidencial a través de sus delegados electorales.
Los delegados, cuya tarea es la de elegir formalmente al presidente y vicepresidente de Estados Unidos, forman parte del Colegio Electoral y son seleccionados por los partidos políticos en cada estado antes de las elecciones generales. Cada estado tiene un número determinado de electores, que corresponde al número total de sus representantes en el Congreso (es decir, la cantidad de senadores y representantes). En total, hay 538 electores en el Colegio Electoral.
En la mayoría de los estados, el sistema electoral es mayoritario (sistema winner-takes-all), lo que significa que el candidato presidencial que gana el voto popular en ese estado se lleva todos los votos electorales del estado (excepto en Maine y Nebraska, donde se usan sistemas proporcionales).
Después de las elecciones generales, los electores del Colegio Electoral se reúnen en diciembre en sus respectivos estados para emitir formalmente sus votos para presidente y vicepresidente. Aunque los electores generalmente votan de acuerdo con los resultados del voto popular en su estado, en algunos casos pueden actuar como 'electores infieles' y votar por otro candidato (aunque esto es raro y está regulado en algunos estados).
Un candidato necesita obtener una mayoría de 270 votos electorales para ganar la presidencia.