Harris asegura que no usará las Fuerzas Armadas en Venezuela si es elegida presidenta

La candidata demócrata a la presidencia de Estados Unidos y actual vicepresidenta, Kamala Harris, declaró este miércoles en una entrevista con el canal Telemundo que no utilizará las Fuerzas Armadas estadounidenses en Venezuela, pero que, de ser electa presidenta, mantendrá una postura firme en la defensa de la voluntad popular del pueblo venezolano.

«No vamos a usar a nuestro Ejército allí (en Venezuela)», aseguró Harris, disipando especulaciones sobre una posible intervención militar de Estados Unidos en el país hispanoamericano. La vicepresidenta dejó claro, sin embargo, que su gobierno respaldará con firmeza el respeto a los procesos democráticos y los resultados electorales legítimos. «Debemos mantenernos firmes como Estados Unidos y respetar la voluntad del pueblo, y he sido muy clara sobre las elecciones que se celebraron en Venezuela. La voluntad del pueblo debe ser respetada. Es por eso que también hemos emitido sanciones», agregó.

Estados Unidos ha reconocido al excandidato opositor Edmundo González Urrutia como el legítimo ganador de las elecciones celebradas el 28 de julio en Venezuela. Sin embargo, el Consejo Nacional Electoral (CNE) concedió la victoria al presidente Nicolás Maduro, lo que ha generado controversia tanto dentro como fuera del país.

El mayor bloque opositor, la Plataforma Unitaria Democrática (PUD), ha insistido en que Maduro fue derrotado en las urnas, basándose en la publicación del «83,5 % de las actas electorales», las cuales el gobierno de Maduro tilda de fraudulentas. González Urrutia, actualmente exiliado en España, se mantiene como el candidato elegido por «soberanía popular», según la PUD.

A pesar de las denuncias de fraude por parte de la oposición, el Tribunal Supremo de Justicia venezolano ratificó la reelección de Maduro, quien cuenta con el respaldo de todas las instituciones del Estado, incluidas las Fuerzas Armadas. Estas ven las maniobras de González Urrutia y de la PUD como un intento de golpe de Estado, mientras que la oposición insiste en una transición política pacífica.

En ese contexto, Harris reafirmó que su administración, de llegar a la Casa Blanca, continuará apoyando las sanciones a funcionarios del régimen de Maduro y buscará vías diplomáticas para presionar al gobierno venezolano a que respete la voluntad popular. La vicepresidenta subrayó que Estados Unidos no permitirá que se ignore la soberanía del pueblo venezolano, aunque descartó cualquier tipo de intervención militar.

González Urrutia confía en que la comunidad internacional lo reconocerá como presidente legítimo de Venezuela y espera que su gobierno pueda asumir el poder a partir del 10 de enero.

Fuertes críticas a Trump

Más tarde, durante un encuentro televisado con votantes indecisos en Pensilvania, estado clave para las elecciones del 5 de noviembre, Harris insistió en que Estados Unidos necesita un líder que gobierne para todos. «Merecemos tener un presidente que se base en el sentido común, en lo práctico y en lo mejor del pueblo, y no en ellos mismos», afirmó la candidata demócrata, criticando al expresidente Donald Trump.

En este evento organizado por CNN, Harris lanzó ataques directos contra Trump, acusándolo de ser «incapaz y no apto para servir» y lo tildó de «fascista». Harris también aludió a los informes en los que el ex jefe de gabinete de Trump, John Kelly, afirmó que el expresidente elogiaba a los generales nazis por su lealtad a Hitler. «Donald Trump es peligroso. Admira a dictadores como Kim Jong-un o Vladímir Putin», añadió Harris.

En materia económica, Harris aseguró a los votantes que su plan fiscal no aumentará los impuestos a aquellos que ganen menos de 400.000 dólares al año y que se enfocará en reformar un sistema que favorece a los más ricos en detrimento de las familias trabajadoras. También abordó la inmigración, señalando que busca implementar una «vía integral para la ciudadanía» y mejorar el personal fronterizo.

Por su parte, Trump, en campaña en Georgia, respondió a las críticas atacando a Harris, diciendo que «no tiene ni idea de economía» y la calificó como «una persona con bajo coeficiente intelectual». Las agresiones verbales han caracterizado esta fase final de la contienda electoral entre ambos candidatos, con insultos y ataques cruzados desde ambas campañas.