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Hermanos Menéndez

Caso de los hermanos Menéndez

Las claves del caso de los hermanos Menéndez: ¿por qué la fiscalía solicitará una nueva sentencia?

La fiscalía de Los Ángeles ha pedido reabrir el caso de los hermanos Menéndez por el asesinato de sus padres

En 1993, los hermanos Lyle y Erik Menéndez se convirtieron en el centro de atención mediática cuando el juicio en el que se les acusaba del asesinato de sus padres, José y Kitty Menéndez, en su casa de Beverly Hills, fuera uno de los primeros en retransmitirse por televisión en Estados Unidos.

Los hechos ocurrieron el 20 de agosto de 1989, cuando los hermanos Menéndez llamaron a la Policía asegurando haber encontrado a sus padres asesinados a tiros en el estudio de su mansión. Tanto Lyle como Erik aseguraron que habían estado fuera toda la noche y que se encontraron la horrible escena al llegar a casa. Sin embargo, la Policía los consideró sospechosos desde el primer momento, pero no tenía ninguna pista.

Durante los meses posteriores a los asesinatos, los hermanos llevaron una vida de derroche, lo que aumentó las sospechas de los investigadores sobre su participación en la muerte de sus padres. Lyle compró un Rolex, un Porsche 911 e incluso un restaurante, mientras que Erik contrató a un entrenador de tenis a tiempo completo y compitió en una serie de torneos como profesional en Israel. Dejaron la mansión de North Elm Drive y se mudaron a dos áticos de lujo separados en Marina del Rey.

La confesión

A pesar de este derroche, estimado en un millón de dólares en los primeros seis meses como huérfanos, las autoridades no pudieron hacer nada por detenerlos hasta que, finalmente, el menor de los hermanos, Erik, confesó los crímenes a su psiquiatra, Jerome Oziel. Tras una serie de sesiones que el doctor grabó, las citas fueron utilizadas para la detención de los hermanos. Así, el 8 de diciembre de 1992 el gran jurado del condado de Los Ángeles acusó a los hermanos Menéndez del asesinato de sus padres.

Juicios

Se celebraron dos juicios sobre este caso. El primero, celebrado en julio de 1993, fue el primero en ser televisado en Estados Unidos. En este proceso, la defensa alegó que los hermanos habían cometido los asesinatos después de haber sido sometidos durante años a todo tipo de abusos por parte de su padre. Se designaron dos jurados distintos para cada uno de los hermanos, con equipos defensores también diferentes. Pero finalmente no se pudo llegar a ningún veredicto y el juicio quedó nulo.

El segundo juicio comenzó en octubre de 1995 y, en esta ocasión, hubo un único jurado para ambos acusados. Muchas de las evidencias que la defensa había presentado sobre el abuso fueron descartadas y, finalmente, los hermanos fueron declarados culpables de dos cargos de asesinato en primer grado y conspiración para cometer asesinato y sentenciados a cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional.

Revisión del caso

Ahora, la Fiscalía de Los Ángeles ha pedido reabrir el caso. «Después de una revisión muy cuidadosa de todos los argumentos que se presentaron a favor de las personas de ambos lados de esta ecuación, llegué a la conclusión de que están dentro de la ley y que una nueva sentencia es apropiada», escribía en un comunicado.

El fiscal recomendará a un tribunal que «se elimine la cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional y que se les condene por asesinato». Esto se debe a que ambos tenían «menos de 26 años en el momento de los crímenes». Lyle tenía 18 y Erik, 21.

¿Y por qué se reabre el caso ahora?

En mayo de 2023 el cantante Roy Rosello denunció en el documental Menendez + Menudo: Boys Betrayed haber sido víctima de violencia y abuso sexual por parte de su manager, Edgardo Díaz, y el padre de los hermanos Menéndez, José Menéndez, que era un importante ejecutivo de la industria musical, cuando tenía tan solo 14 años.

A estas declaraciones se le suman el supuesto descubrimiento de unas cartas enviadas por los hermanos en 1989 a su primo en la que relatan los abusos de su padre.

Por otro lado, el fiscal ha asegurado que la decisión de reabrir el caso también ha tenido que ver con la nueva serie de Netflix: Monstruos: la historia de Lyle y Erik Menéndez. «Creo que muchas veces, por razones culturales, no les creemos a las víctimas de agresión sexual, ya sean mujeres u hombres», ha señalado.

Kim Kardashian busca la liberación de los hermanos

La mediática Kim Kardashian, que actualmente se encuentra estudiando para ser abogada, ha visitado a los hermanos en la cárcel de San Diego, en California, y los ha defendido en un ensayo que publicó en NBC News: «Erik y Lyle no tuvieron ninguna posibilidad de un juicio justo en ese contexto. En aquel entonces, los recursos para las víctimas de abuso sexual eran limitados, en particular para los varones. Prácticamente no existían sistemas para apoyar a los supervivientes y la conciencia pública sobre el trauma del abuso sexual masculino era mínima, a menudo nublada por juicios preconcebidos y homofobia. ¿Puede alguien negar honestamente que el sistema judicial habría tratado a las hermanas Menéndez con más indulgencia?».