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Kim Jong-Un visitando las instalaciones nucleares de Corea del NorteAFP

Corea del Norte afirma haber probado con éxito un nuevo misil balístico intercontinental

El Hwasong-19 se presenta como un avance significativo en el arsenal nuclear del régimen de Kim Jong-un

Corea del Norte anunció este viernes la exitosa prueba de su nuevo misil balístico intercontinental, el Hwasong-19, realizada en la jornada anterior. Este test, que el régimen considera un «logro irreversible» en su desarrollo militar, se llevó a cabo bajo la supervisión directa del líder norcoreano, Kim Jong-un. Según informes de la agencia estatal de noticias KCNA, el lanzamiento se enmarca en una estrategia para fortalecer la «superioridad absoluta» de las fuerzas armadas del país.

El misil fue lanzado desde un punto interno en Corea del Norte y recorrió aproximadamente 1.000 kilómetros, cayendo en aguas del norte de Japón. Las autoridades japonesas y surcoreanas confirmaron que el proyectil alcanzó una altitud máxima de 7.000 kilómetros, un indicativo de su capacidad de vuelo y potencia.

KCNA destacó que esta prueba no solo reafirma los registros recientes de la capacidad de misiles estratégicos de Corea del Norte, sino que también subraya la «modernidad y credibilidad» de su disuasión estratégica. Kim Jong-un, en sus declaraciones, celebró la prueba como una consolidación de la «posición hegemónica» del país en el desarrollo de sistemas nucleares, afirmando que este avance es «absolutamente irreversible».

Las características del Hwasong-19 sugieren que podría tratarse de un nuevo tipo de misil balístico de larga distancia con tecnología de combustible sólido. A diferencia de los misiles de combustible líquido, que requieren una preparación más prolongada y son más fáciles de detectar antes de un lanzamiento, los misiles de combustible sólido permiten un despliegue más rápido y discreto, lo que dificulta la capacidad de respuesta de adversarios potenciales.

Este lanzamiento se produce en un contexto geopolítico tenso, donde Corea del Norte ha intensificado sus pruebas de misiles en un esfuerzo por demostrar su capacidad militar. En 2023, el régimen ya había probado el Hwasong-18, otro misil balístico intercontinental que también utiliza combustible sólido, lo que ha elevado las preocupaciones sobre su arsenal y el potencial alcance de sus capacidades nucleares.

Expertos en defensa y seguridad internacional señalan que la continua modernización del armamento nuclear de Corea del Norte busca no solo fortalecer su posición estratégica en la península coreana, sino también influir en las dinámicas de poder en la región. Además, algunos analistas sugieren que estas pruebas podrían estar dirigidas a influir en eventos políticos en Estados Unidos, especialmente en un año electoral, aunque la dirección precisa de dicha influencia sigue siendo objeto de debate.

Las fotografías publicadas por KCNA muestran a Kim Jong-un supervisando el lanzamiento junto a su hija, Kim Ju-ae, lo que también podría interpretarse como un intento de reforzar la imagen de continuidad y legado dinástico en la política norcoreana.

Con este último test, Corea del Norte reafirma su determinación de consolidar su estatus como potencia nuclear, a pesar de las condenas internacionales y las sanciones económicas que enfrenta. Mientras la comunidad internacional observa con creciente preocupación, la situación en la península coreana se mantiene como un punto crítico de tensión en la política global.