Las cinco claves de la victoria por goleada de Trump sobre Harris

La derrota abrumadora de Kamala Harris y la contundente victoria de Donald Trump vuelve a romper los pronósticos y las encuestas y con ello la propuesta conservadora triunfó y el expresidente republicano regresará al poder montado en una ola de descontento con la izquierda política en Estados Unidos. A continuación algunas claves del resultado electoral estadounidense.

El rechazo a la agenda 'woke'

Tras las encuestas y las proyecciones de resultados quedaron ocultos datos ya existentes: por primera vez en décadas, más estadounidenses se identifican como republicanos que como demócratas. En lugares como Pensilvania, las ventajas tradicionales de los demócratas en el registro de votantes se erosionaron significativamente en los últimos años.

Trump ofreció una oportunidad de rechazar el giro hacia la extrema izquierda del Partido Demócrata y de reivindicar una cultura conservadora de fe, familia, patria y libre mercado.

El voto a favor de Trump también fue un mensaje de rechazo al viraje hacia la izquierda que se percibe en las instituciones estadounidenses, no sólo en la política, sino también en los medios de comunicación, el entretenimiento y las universidades.

Kamala y una máscara poco creíble

La vicepresidenta Kamala Harris, aplicó una estrategia electoral muy tradicional: reforzar la base y luego apelar a los votantes indecisos. Su ingreso en la contienda, tras la salida de Joe Biden proporcionó una inyección de energía La campaña organizó una convención impecable y se mostró solvente frente a Trump en el único debate presidencial entre ambos.

Sin embargo, es evidente que nada de esto fue suficiente. Harris está lejos de ser un talento político extraordinario, y sus entrevistas y los momentos improvisados que concedió dejaron mucho que desear y los votantes no se creyeron su giro hacia el centro político después de años de presentarse como una izquierdista sin complejos.

La originalidad de Trump

En cambio, durante la campaña no hubo dudas sobre quién es Trump ni cuál es su postura. Una vez más rechazó las teorías políticas sobre cómo armar una base amplia y creó una nueva estrategia al atraer a nuevos votantes, a menudo jóvenes y varones, que lo encuentran atractivo y un auténtico patriota.

«Trump es un hombre controversial, pero se mantuvo fiel a lo que es en todo momento», apunta Brendan Buck exasesor del expresidente de la Cámara de Representantes Paul Ryan.

La cultura estadounidense

Finalmente, Trump entendió que a los votantes les importa su estilo de vida tanto a nivel económico como social y cultural. Consolidó su imagen de defensor de la libertad religiosa y la autoridad de los padres sobre sus hijos, la libre elección de escuelas, el derecho a la legítima defensa con las armas si fuera necesario, la definición del sexo de acuerdo a las dos categorías naturales, el emprendimiento, la libre empresa y los impuestos bajos.

Los demócratas en cambio acusaron a Trump de ser fascista y después de años de acusaciones similares, esta retórica no logró convencer a los votantes. Las advertencias contra el autoritarismo y los discursos en defensa de la democracia no fueron un mensaje atractivo o creíble. A los votantes les importó más cómo los planes del nuevo inquilino de la Casa Blanca mejorarán tangiblemente sus vidas.